Independientemente de si hay sectores de los manifestantes que llevan adelante la acción directa desde marchas que ellos no han organizado, en lugar de convocar a manifestaciones propias que incluyan acciones directas, más allá de ello lo relevante en los sucesos acaecidos en la manifestación por los mártires estudiantiles ha sido el EMPLEO DE MUNICIÓN LETAL POR PARTE DE LOS CUERPOS REPRESIVOS. Una vez más el Ministro de Interior y el gobierno Mujica recurren a la represión empleando munición letal que fácilmente puede conducir a la muerte. Más aún cuando su empleo se lleva adelante contra “objetivos individualizados” como ha sido el caso de la fótografa de la publicación “Caras y Caretas”. La citada publicación denuncia la cobardía del represor que dispara prácticamente a quemarropa. Tan cobardes como este esbirro han sido los que han dado las órdenes. Es decir los mandos superiores policiales y el Ministro del Interior Bonomi. Ya que no podrán alegar desconocimiento de que los cuerpos especiales policiales fueron “pertrechados” con munición letal, cuyo carácter de tal está harto probado y cuyo empleo en Uruguay ha sido denunciado sistemáticamente.
Una vez más se opta por dar órdenes de aplicación del “gatillo fácil” hecho que surje con claridad del relato de los hechos. Se emplea esta munición con fines intimidatorios más generales que la propia manifestación estudiantil. Se tiró incluso contra manifestantes que ni siquiera eran parte de ninguna acción directa. Se pretende marcar así que el gobierno del progresismo está dispuesto a generar nuevos mártires dado que esta respuesta represiva va dirigida contra todo tipo de manifestaciones que se suceden diariamente, más que nada desde sectores sindicales en conflicto así como por parte de aquellos que manifiestan contra la míneria a cielo abierto y demás violaciones graves a lo ecológico.
El gobierno con su línea no dialogante, de enfrentamiento, de no transar en nada para aplicar los dictados del FMI, está cosechando lo que ha sembrado con los reiterados insultos presidenciales a los huelguistas, con el permanente denigrar a los sindicatos y con el burlarse de todos aquellos que hacen pública su disidencia con los planes gubernamentales. La respuesta elegida además de hacer oídos sordos a su propia base electoral pasa por esta demostración de odio que en cualquier momento lleva a uno o más nuevos mártires del movimiento popular.
La derecha, que en esto sí que coincide completamente con el gobierno de Mujica se concentra en destacar en sus medios algunos pocos incidentes aislados. Ocultando así la masividad de la manifestación estudiantil y por otro lado restándole importancia a los ataques con munición letal.
El gobierno pretende crear un clima de inseguridad para que la gente no vaya a las manifestaciones. Con ello le hace el juego a la derecha y ésta le agradece complementando con la difusión de información distorsionada. La derecha está en lo suyo, en lo mismo que cuando el Ministro del Interior era estudiante, en lo mismo que generó el día de los mártires estudiantiles con el asesinato de Líber Arce primero, por la espalda, y posteriormente de Susana Pintos y Hugo de los Santos con las escopetas “Riot” cedidas por el imperio yanqui. Hoy se trata de balas de goma QUE SON TAN LETALES COMO LA MUNICIÓN EMPLEADA CONTRA LOS MÁRTIRES DEL PASADO.
Este hecho merece el más completo repudio por parte de TODAS LAS ORGANIZACIONES POPULARES,SINDICALES Y DE IZQUIERDA Y EN PRIMER LUGAR LAS ESTUDIANTILES víctimas directas en este caso. Ese es el eje central de lo sucedido. Concentrarse en el problema de orden digamos así, del rompimiento unilateral de lo acordado por los manifestantes y tratar de darle otro carácter a una manifestación no convocada por estos sectores, aún siendo un problema a considerar en la interna del movimiento popular no nos puede llevar a dejar de ver el significado de la acción represiva brutal y criminal, habida cuenta de que se ha empleado MUNICIÓN LETAL.
El gobierno de Mujica ha jugado con fuego ensuciando y enfrentando a los trabajadores que reclaman un poco de “progresismo” para sus deterioradas economías. Ello ha generado un repudio creciente al que si se llegase a sumar un mártir producto de su cobarde represión, fácilmente podría derivar en una explosión de la caldera social a la que Mujica ha atizado sin pausas con sus insultantes y provocativos ataques. Pueden hasta llegar a tener su “mini Brasil”, ese Brasil que tanto espanta al Ministro Brenta que hasta pretende prohibir su mención tipificando tan hecho como un llamado al levantamiento social.
El movimiento popular tal cual lo han hecho en otros países debe de denunciar el empleo de las balas de goma ante los organismos internacionales, cortes de los DDHH y todas las instancias que frenen esta desquiciada carrera cuyo fin son las próximas elecciones, y el mostrar una falsa “paz social” tanto al FMI como a los tan manidos inversores.
Colectivo del Blog Noticias Uruguayas