Mujica tan suelto de lengua cuando se trata de humillar, denigrar e insultar a los trabajadores y sus sindicatos, se perdió una oportunidad de primera cuando visitó Alemania: podría haber reivindicado sus “principios”- sin principios y haberle hecho saber a los alemanes qué no hay que juzgar, condenar y menos encarcelar a los “viejitos” como el ha llamado a los criminales de lesa humanidad uruguayos.
¿O solo usa esta aberración jurídica y esa falta de principios de justicia, en Uruguay, para así cumplir lo pactado con la derecha y las FFAA?. Como sea que fuere:
LA VALIENTE JUEZA MARIANA MOTA TUVO Y TIENE RAZÓN!
Los principios internacionales son los que aplica Alemania y los que ha sostenido y aplicado Mota. Mujica y la Suprema Corte los violan!.
Bruins vivió bajo un nombre falso por tres décadas
Alemania juzga a un nazi de 92 años
Alemania vivió ayer el inicio de uno de los últimos juicios contra criminales nazis al llevar ante los tribunales de Hagen (oeste del país) a Sierts Bruins, de 92 años, antiguo miembro de las SS acusado de la muerte en 1944 de un miembro de la resistencia holandesa.
Los hechos se remontan al 22 de septiembre de 1944 cuando, según la acusación, Bruins participó junto a otro nazi ya fallecido en la muerte de Aldert Klaas Dijkema, de 36 años y miembro de la resistencia holandesa.
El asesinato tuvo lugar en Appingedam, localidad holandesa cercana a Delfzijl, donde Bruins estaba destinado como miembro de los cuerpos policiales nazis de frontera y seguridad.
Dijkema murió tras recibir varios disparos por la espalda después de ser conducido a una fábrica abandonada.
Por este mismo crimen, Sierts Bruins, conocido co-mo la “bestia de Appingedam”, había sido juzgado en 1949 en ausencia por un tribunal holandés y posteriormente condenado a muerte, una sentencia que luego fue conmutada por cadena perpetua y que nunca cumplió.
Al finalizar la guerra, Bruins se trasladó a vivir a la región de Westfalia (oeste del país), y vivió bajo nombre falso durante tres décadas hasta que fue desenmascarado.
En 1978 el gobierno holandés solicitó su extradición, pero esta no se pudo llevar a cabo ya que Bruins, de origen holandés, tiene nacionalidad alemana desde que en 1941 se afilió a las SS.
Durante la primera jornada del proceso, de solo 35 minutos, el acusado se negó a contestar a las acusaciones y se limitó a confirmar sus datos personales.
Aldert Klaas Veldmann, uno de los sobrinos del resistente holandés, afirmó: “Quiero mirar al acusado en los ojos. Quiero ver si tiene miedo”, manifestó.
En julio, el Centro Wiesenthal, que durante décadas ha luchado por llevar ante los tribunales a los criminales nazis, lanzó una campaña, que bajo el lema “tarde, pero no demasiado”, ofrecía hasta 25.000 euros (33.000 dólares) a quien pudiese proporcionar información para encontrar a los últimos nazis que continúan con vida.