“Si no podemos hacer nada para cambiar el pasado, hagamos algo en el presente para cambiar el futuro” (Buenaventura Durruti )
Cuando me encuentro un poco …… no sé, esos días que uno se despierta reflexivo mas que otros, recordaba aquel joven que caminaba por la Av. 18 de Julio de traje y corbata trabajando, era una tarde gris un poco lluviosa.
Al llegar a unos 20 metros de la calle Yí, las imágenes del televisor blanco y negro en la vidriera de un negocio hacía que la gente se parara a mirar, la mayoría en silencio, me ví atraído por las imágenes y los comentarios del presentador, yo también guarde silencio.
El Movimiento de Liberación Nacional (TUPAMAROS) había ocupado militarmente la Ciudad de Pando, el hecho militar mas importante de la guerrilla Tupamara estaba en curso; como resultado de esa ocupación fueron capturados y ejecutados a sangre fría tres jóvenes guerrilleros: Cultelli, Zabalza y Salerno. Después de eso nada fue igual, nada, ni para mí que era un joven trabajador y estudiante, ni para la larga siesta batllista que un tal llamado Raúl Sendic Antonaccio (BEBE) interrumpía mostrando una realidad que como montevideano e hijo de trabajadores ignorábamos, nos presentaba el Uruguay real y marcaba el camino. .
Yo militaba en el FER del IAVA y en la ENBA (Escuela Nacional de Bellas Artes) y trabajaba en una oficina como cadete meritorio (trasladando papeles y sirviendo café). Cuando volví a mi trabajo la agitación era grande como en el resto de Montevideo; algunos justificaban lo ocurrido, otros criticaban, otros procuraban entender… yo continuaba en silencio, pero la realidad, como siempre, fue más fuerte, un montón de jóvenes estudiantes y trabajadores empezaron a incorporarse a los diversos grupos de guerrilla que actuaban en ese momento.
Viglietti y su guitarra cantaban a desalambrar o para bien o para mal nada va quedar igual…… o me gustan los estudiantes…. Eso fue parte esencial de mi juventud como la de centenares de jóvenes de la época.
El día 8 de octubre iremos a la histórica Base Pinela, trataremos de honrar al CHE, a los compañeros asesinados en Pando, y en ellos, a todos los combatientes muertos, asesinados o desaparecidos.
Pasaron muchos años, dictadura mediante; hoy un grupo de aquellos que estuvieron en Pando son Gobierno: Presidente, Ministros, Secretarios o simplemente ocupan un lugarcito en los vericuetos de la burocracia estatal, ellos no estarán en este acto de homenaje recordatorio. Según parece, como todos los años, ellos harán otro con Ministros, Senadores, Diputados, etc., ellos son el grupo mas votado dentro del partido de Gobierno, cuando recuerden a los caídos en Pando ¿que pensarán? ¿Recordarán las canciones escritas por Salerno? “España, Inglaterra, también Portugal, ahora es a los yankys que les toca actuar…”. Le darán las gracias aunque sea en silencio a todos aquellos compañeros que murieron o desaparecieron, porque a ellos también les deben el estar ahí, aunque jamás fue la pretensión de los caídos administrar el capitalismo, ni mucho menos almorzar con el Presidente del Imperio. Ellos que cayeron y otros muchos que aun están vivos pelearon y dejaron lo mejor de sí por otros valores mucho más nobles, más éticos y altruistas, como por ejemplo por la Liberación Nacional y el Socialismo. Es mas, jamás un Compañero le iba a responder al Sr. Bush cuando le preguntara por su historia de vida, “lo mío es una historieta” mas allá que compartamos esa afirmación en este caso en particular, pero no por las mismas razones que el Sr. Presidente las dijo.
El martes 8 estaremos junto a los compañeros en la Base Pinela, escucharemos a los compas, tomaremos unos mates y charlaremos con quienes hace mucho no vemos, pero lo mas importante, por lo que voy a estar es porque quiero honrar a los caídos, y no hacer un recordatorio de teatro, compartiremos algunas horas en la Base Pinela y no voy a ir actos oficiales y también demasiado oficiosos porque, bueno, es que ese día que caminaba por 18 de julio siendo joven aprendí muchas cosas, por ejemplo que el Imperialismo, las oligarquías criollas a su servicio y sus perros, no perdonan.
Aprendí que ellos tienen las armas, el poder financiero, los medios de prensa, el Poder, pero no la razón.
Aprendí que quizás sí pueden matarnos, asesinarnos como a los compañeros de Pando y tantos otros, pero no podrán matar al hambre, a la miseria, a la marginación.
Después me di cuenta que esa lucha que se desarrollaba en nuestra comarca solo era parte de una mucho mas grande; era la lucha que había empezado muchos, muchos años antes y que yo, así como mis hermanos solo podíamos participar de un período de esta, de ahí el sacrificio, la entrega sin pedir nada a cambio, de ahí la necesaria y comprometida coherencia.
Nada fue en vano, ningún sacrificio fue inútil, y jamás lo será, porque Cultelli, Zabalza, Salerno y tantos otros Orientales murieron como aquellos de playa Girón, como los compañeros de la larga marcha de Prestes en Brasil, como los compañeros en Tucumán o como el Comandante Ernesto Guevara de la Serna (CHE) en Bolivia,.
También aprendí con los años que el capitalismo bueno, humano y burro parejero no existe, aprendí que no importa como o con qué pero al imperialismo hay que enfrentarlo por lo menos con dignidad y firmeza. Cada uno sabrá, pero enfrentarlo y destruirlo para que los pueblos puedan vivir en paz.
Gracias compañeros por haberme enseñado, gracias porque en el camino se aprende a ser mejores seres humanos, porque no importan los arrepentidos ni los que por oportunísticas razones cambien de caballo, el camino está trazado y la vida ahí está junto al horizonte y espera los mil colores del amanecer.
Sergio Napoli
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