Sergio Napoli
Anteriormente nos habíamos introducido en comprender mas y mejor la necesidad de un debate serio sobre la necesidad o no, lo conveniente o menos de eliminar las FF.AA. en un comarca como la nuestra.
De esa discusión se desprendían algunos temas como importantes de comprender en toda su magnitud para poder tomar decisiones en la elaboración de una política militar alternativa dentro de un no menos alternativo modelo de país del que nos viene ofrecido por el progresismo.
Afirmábamos la necesidad de llevar a la práctica un modelo integral de defensa, sosteníamos que comprender que el concepto de defensa para un país como el nuestro debe tener una nueva conceptualidad, donde lo estrictamente militar tiene su importancia como parte de un todo, sino por si mismo se convierte en una patética paradoja, como viene sucediendo hasta ahora.
Comprender los riesgos que conlleva el levantar un modelo alternativo al capitalismo exige necesariamente profundizar y elaborar políticas integrales en diferentes aspectos de la sociedad (económica, educación, cadenas productiva, modo de producción y distribución etc.) también una política militar, y es así que afirmamos la necesidad de elaborar una política integral de defensa de esos valores o modelo alternativo de sociedad. A no ser que alguien entienda que sustituir la economía de mercado (el capitalismo) y todos sus derivados pueda hacerse con simples declaraciones de deseo o por resultado de un análisis académico.
Conocer y estudiar lo que piensa el enemigo (el imperialismo) como máxima expresión del sistema capitalista y sus métodos para garantizar la dependencia y el saqueo de su “patio trasero” es vital para los ciudadanos que pretendan la gran aventura de ser libres, soberanos y constructores de su propio destino.
En los últimos casi diez años de historia de nuestra comarca gobernada bajo banderas progresistas hemos asistidos de forma un poco confusa a declaraciones y hechos del gobierno, al igual que sentencias y actitudes de la SCJ o intervenciones de su aparato represivo que si bien fueron duramente criticadas como correspondía tengo la certeza que no han sido captadas, evaluadas en la peligrosidad que implica para las fuerzas populares, si analizamos estos mismos hechos aparentemente aislados en su interrelación y a la luz de las nuevas técnicas de penetración imperialista podemos visualizar no solamente un cambio conceptual sino que nos pone ante un escenario político- militar mucho mas complejo.
Y si analizamos como estas se relacionan con los planes del Pentágono y las metas estratégicas fijadas para ser llevarlas adelante por El Comando Sur. Podemos tomar real conciencia de la gravedad de algunas de estas medidas, leyes y decretos progresistas.
Para los ciudadanos y para los militantes al igual que para la gran mayoría de las personas muchas veces pasan cosas o se dan situaciones aparentemente sin mayor trascendencia pero que en realidad son de una gravedad inusitada para un Gobierno que se autodefine como progresista, y dice auto referenciarse en los mas débiles, en los marginados, en el movimiento obrero organizado.
Así llegamos muchas veces a no entender ¿Qué tiene que ver la ley que adjudica canales de TV a los históricos soporte mediáticos que han siempre apoyado al poder político financiero e incluso a la dictadura cívico- militar, con el puerto de aguas profundas, o el procesamiento sin prisión a siete militantes sociales teóricamente elegidos al azar en un grupo de varios cientos, y las muertes por “gatillo fácil” como en el caso de Santa Catalina y otros barrios sub urbanos de nuestras ciudades.
Recientemente el Sr. Senador del Partido Comunista Prof. Lorier, y algunos otros referentes del Progresismo mostraron todo su malestar, por la publicación en mi Facebook de un par de fotos del Sr. Secretario de la Presidencia Dr. Cánepa abrazado efusivamente con la Sra. Embajadora de EE.UU. Sra. Reinoso, una de estas fotos había sido tomada en la residencia privada de la Sra. Embajadora en ocasión de los festejos por el nuevo triunfo de Obama, evidentemente prefirieron nuevamente “matar” al mensajero e ignorar ha quien protagonizo el mensaje. ¿Ignorancia, complicidad, cobertura, solo ellos lo saben pero el y los hechos ahí están registrados.
Si analizamos el devenir político con ojos un poco mas atentos y a la luz de la semiótica podremos rápidamente darnos cuenta que *1 “…no hay palabra, gesto ni símbolo que no represente un frente de guerra o no sea, en sí, un ejercicio de belicismo psicológico. La inmensa mayoría de los “efectivos” simbólicos de la guerra mediática aparecen camuflados. Se requiere entrenamiento y experiencia defensiva para detectar en las frases, los giros idiomáticos, los gestos, los maquillajes, las corbatas, las sotanas o las bendiciones… el plan de contenidos ideológicos que se despliegan, agudizados, en situaciones de guerra. ..”
SON RESPONSABLES, EL SISTEMA ES IMPUNE
Intervenciones militares humanitarias, armas de destrucción masiva, zona de exclusión aérea, inseguridad ciudadana, violencia en el deporte, ¿consecuencia o estrategia? ¿Por qué para que?
Los medios de comunicación masiva internacionales y sus referentes nacionales, en nuestro caso canal 10, 12, y especialmente el 4, mas el 95 % de la televisión cable, nos muestran a diario, repetidas veces al día, como aviones sueltan bombas sobre ciudades “para salvar vidas”, como diferentes categorías de soldadesca reprime al pueblo de Haití y en nuestro caso también en el Congo, para “asistir y proteger la población civil”, la pregunta desde el punto de vista de la semiótica es ¿informan o simplemente advierten?, muestran su poderío para decirnos no se revelen ven es imposible, miren lo que pasa.
El Dr. Bayardi ex Ministro de Defensa condecorado por el Comando Sur, al igual que su colega Sr. Rosadilla también condecorado en su oportunidad por el Pentágono, mas de una vez han afirmado públicamente “… el ejercito es lo que son sus mandos…” es evidente que en determinadas circunstancias especiales puede ser así, coyunturalmente
Sobretodo esta afirmación recobra cierto valor cuando los mandos son sometidos a los intereses imperialistas (las dictaduras del plan cóndor es un claro ejemplo), pero si hablamos con seriedad y analizamos con cierta rigurosidad histórica el comportamiento del los Ejércitos bajo regimenes “democráticos” burgueses rápidamente queda claro el error conceptual que se desprende de dicha afirmación.
En la historia de las FF.AA. de nuestro país, desde su fundación como tal todas y cada una de las intervenciones militares siempre tuvieron dos rasgos dominantes A) al servicio de intereses imperiales B)siempre en clave anti popular sometidas al mando político oligárquico, afirmar “son los que son sus mandos…” no solo es reductivo sino que es una simple falacia, el aparato coactivo del estado es eso mismo su brazo armado y generalmente con rara excepción responden al manado político que representa intereses corporativos de clase. Claro desde la conceptualidad Progresista de administrar el sistema en la alquimia de producir un “…capitalismo bueno y mas humano…” todo puede ser.
Pero si esa afirmación fuese correcta cosa que no es podríamos decir, basta tener un ministro de izquierda para que las Fuerzas Armadas pasen a ser democráticas, olviden sus vínculos con el imperialismo, y se comporten respetando los derechos humanos.
Parecería un poco maniqueo el pensamiento de los Sres. Ministros, pero en realidad lo que se busca desde el Gobierno es “triunfar” donde fallo el Dr. Vásquez, como se sabe que no puede haber una reconciliación entre estas y la gente, se trata de elaborar frases, símbolos, discursos, para mejorar la imagen de unas Fuerzas Armadas, desprestigiadas a los ojos de la gente, que constituyen un grupo armado de presión al poder político y al pueblo en gral.
Si alguien duda de esta afirmación, solo tienen que verificar cuanto dinero se les otorga para sus juegos de guerra, mucho más que para la educación, mucho mas que para la salud, etc.
¿Pero desde una conceptualidad liberadora, anti capitalista e anti imperialista, bastaría cambiar los mandos o disolver el aparato represivo incluyendo a las FF.AA. y ya esta?
Bueno realmente y con mi mas profundo pesar NO, no solamente porque la historia de la humanidad no nos puede mostrar un solo caso donde esto fuere posible, sino porque cuando se hablan de temas serios como este debemos esforzarnos por serlo.
En este sentido y asistido por la historia de la lucha de clases (porque de eso estamos ablando y e ahí las diferente conceptualidad con el progresismo) la fuerza represiva el aparto armado de un estado desaparecen cuando el mismo estado, sus estructuras jurídico – políticas-burocráticas se estrellan ante el avance de contingentes populares en busca de su dignidad liberadora.
ELLOS DECLARARON LA GUERRA DE SAQUEO Y ESTERMINIO, el imperialismo Norteamericano, sumergido en su propia crisis económica-financiera de carácter estructural necesariamente necesita sostener su hegemonía político-militar a cualquier costo.
Varias veces hemos hablado y varias veces la realidad cotidiana nos ha avalado con los hechos, de la enfermiza relación entre la industria armamentística y el sistema financiero, para sostener esta hegemonía los estados Unidos de Norte América como máximo exponente del sistema capitalista necesita la guerra como elemento generador de ganancias pero también como elemento de disuasión.
Pero el dominio hoy más que nunca debe ser global, de ahí la necesidad de una nueva conceptualidad guerrerista que viene excelentemente bien explicada por el *2 Almirante Mike J. Mullen, jefe de Estado Mayor de la Defensa estadounidense.
De esta nueva conceptualidad para la agresión expuesta por Mullen, se desprende claramente un catalogo articulado según las” zonas conflictivas” del Planeta, pero también se genera un catalogo de diferentes tipos de guerra y su mayor o menor intensidad, en el caso de países amigos como el nuestro “…Uruguay es nuestro mejor amigo en Latino América….” Afirmaba a la prensa el Sr. Panetta ex secretario de estado, basta con facilitarle al ejercito nacional “las capacidades que le faltan” (cursos, creación de grupos Seal, regalías, etc.), manteniendo una guerra informativa constante, con una fuerte actividad diplomática, seguida por el estacionamiento en Montevideo de algunas agencias (sede de la DEA a nivel regional), siempre bajo la variante de “guerra psico social”
Nos guste o no ellos están en guerra con nosotros, como con cualquier otro país, la intensidad de esta solo depende de la resistencia de sus Gobiernos, del pueblo en lucha y fundamentalmente del riesgo de sus empresas multinacionales, eufemísticamente llamadas “intereses norte americanos en la región”
¿DISOLUCION DEL EJÉRCITO? , en el esquema Capitalista de Producción, distribución y consumo, ¿es posible?, si representan la garantía del sistema, si reasegura la dependencia “custodia de los bienes ambiénteles”, el caso de UPM y el posible conflicto bélico con Argentina no deja dudas de para que sirve el aparato coactivo del estado y cual es la política progresista para este.
Lucha de resistencia y batallas democráticas de denuncia capaces por lo menos de neutralizar la ingerencia del peor enemigo de la humanidad y sus cómplices locales, de forma contemporánea ser capaces de levantar un modelo alternativo al sistema capitalista donde no solo por razones estrictamente militares “EL PUEBLO REUNIDO Y ARMADO……..” será capaz de defender su intereses, un modelo mas libre y humano de sociedad.
*1) Dr. Fernando Buen Abad Domínguez – Mejico
*2) * El pasado 15 de enero de 2009 el almirante Mike J. Mullen, jefe de Estado Mayor de la Defensa estadounidense, presentó el Capstone Concept for Joint Operations,[1] un concepto que marca los grandes principios que deberán guiar el empleo de las Fuerzas Armadas del país para el período comprendido entre los años 2016 y 2028. El Concepto, que sustituye a la edición del 2005, ha sido elaborado por el Mando Conjunto estadounidense (USJFCOM) e incorpora tanto las lecciones aprendidas de los recientes conflictos como las tendencias identificadas en los estudios prospectivos que ha realizado este órgano encargado de liderar la transformación militar americana.[2]
El Concepto, que orientará el desarrollo de nuevos conceptos operativos y la adquisición de nuevas capacidades militares, se fundamenta sobre tres premisas clave:
Que el ambiente estratégico presente y futuro es incierto, complejo y conflictivo.
Que ninguna crisis podrá resolverse satisfactoriamente con el empleo aislado del poder militar, por lo que éste deberá combinarse e integrarse con otras iniciativas de tipo civil, político, económico, humanitario o informativo.