Atenas Deleter
En apoyo a la radio comunitaria “Alternativas”
comunicado
Somos Alternativa
Nos llamamos “medios alternativos”. No somos parte del discurso hegemónico. No surgimos ni somos mantenidos por los grandes poderes económicos. Somos comunitarios, cooperativos, horizontales, populares y autogestionados. En sus primeros dos años de vida Alternativa fue allanada 5 veces. En el año 97 en Alternativa existían programas de colectivos feministas como Aquelarre, o colectivos homosexuales como Extraviados, donde ya se hablaba de lenguaje inclusivo cuando estos temas aún no estaban en la agenda pública. Alternativa siempre tuvo un discurso antirepresivo. Hoy el sindicato policial sale a criminalizar a Alternativa FM, queriendo acallar su voz y demostrando una vez más su carácter de sindicato amarillo pro institución policial. Distintos gobiernos han intentado lavarle la cara a las “fuerzas del orden”, en su esencia siguen siendo las mismas que no reconocen en su haber desapariciones, torturas, asesinatos y secuestros de niñes en dictadura. Son las mismas que mantienen entre sus mandos a personas responsables de masacres como la del Filtro. Son las que tampoco se hacen cargo de los asesinatos por la espalda en los barrios como el de Sergio Lemos o los del Marconi en 2012 y 2016. Son aquellas que no reconocen los asesinatos en los calabozos de las comisarías como las de Pablo Pereyra en Lagomar o la reciente de Victorino en Colonia. La policía está del otro lado de nuestras luchas. Es quien representa a la institución represiva y custodia el poder de la clase dominante. Es quien, ante nuestros justos reclamos, se para frente a les trabajadores para defender a las patronales, es quien se enfrenta al pueblo para defender al Estado. Repudiamos que formen parte de la Convención Nacional de Trabajadores. Ningún sindicato inicia un proceso de judicialización y criminalización a una organización social. Esta es una práctica propia de una corporación y opera como una extensión de la violencia Estatal. La policía se encarga de desalojar ocupaciones que luchan por mejorar condiciones de trabajo y estudio, como fue el caso de la UTU del Cerro hace unos días atrás. Las radios comunitarias y los espacios alternativos de comunicación existen y seguirán existiendo. No les callarán con judicialización ni criminalización. Por ello, en un grito solidario decimos bien fuerte que: para nosotres “un milico, un policía, un militar, no es un vecino ni un hermano de clase, es un enemigo, un represor y un asesino. Que no se te olvide cuando los veas por la calle”.