1°) La triste y bella muerte de Alfonsina Storni
2°) La impronta de Rodolfo Walsh en “Noticias»
La triste y bella muerte de Alfonsina Storni
“Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame./Ponme una lámpara a la cabecera;/una constelación;
la que te guste;/todas son buenas; bájala un poquito “.
Así, pidiendo calma, solicitando que la dejasen dormir, abandonó el mundo hace 80 años la poetisa
argentina Alfonsina Storni. Se suicidó internándose lentamente en el mar.
Tras ella, un imaginario poético complejo, romántico y oscuro, plagado de dramatismo y con
tintes feministas, en una época en que nadie lo era. Detrás de los eternos poemas de Storni, se
entrevé una mujer enferma de nervios y tristeza , con un carácter verdaderamente singular.
Nació el 29 de mayo de 1892 en Capriasca (Suiza), donde trabajaban sus padres. A los cuatro
años Storni se trasladó a Argentina, país de procedencia de su familia y donde la poetisa pasó
gran parte de su vida. La familia Storni se instaló primero en San Juan, aunque se mudaron
años después a Rosario, lugar en el que abrieron una cafetería.
Alfonsina trabajó desde muy niña en el negocio familiar, que pasó grandes apuros económicos
durante estos años. Su padre, que debía regentar el local, era un hombre alcohólico que se
sentaba en el café a beber hasta que su familia le arrastraba a la cama . Falleció en 1906,
cuando Alfonsina solo tenia 14 años.
Comenzó a escribir poesía a los 12 años, actividad que la acompañó hasta el día de su muerte,
siempre desde un tono grisaceo y triste, aunque bello.
Storni se trasladó a Coronda en 1909 para estudiar Magisterio mientras que trabaja como
celadora en una escuela, pero el dinero no le alcanzaba para mantenerse y tuvo que emplearse
como corista en un teatro. Al poco tiempo, se descubre en Coronda que tiene este segundo
empleo, desencadenante por el que la poetisa comenzó a pensar en el suicidio.
Además, tres años después tuvo un hijo, Alberto, de padre desconocido, algo muy mal visto
por la sociedad argentina de la época.
Comenzó a ejercer de maestra en 1921 y fue durante está época cuando empezó a visitar con
frecuencia Montevideo, donde conoció al poeta uruguayo Horacio Quiroga, con quien mantuvo una
relación de años que se debatió entre la amistad y el amor. El poeta, que se encontraba perseguido
por múltiples suicidios familiares, terminaría por suicidarse también, momento en que Alfonsina le
dedicó un poema que reza: “morir como tú, Horacio, en tus cabales”.
SOLEDAD
En 1920 Storni ya había publicado un libro, ‘Languidez’, con el que obtuvo el primer premio
Municipal de Poesía y el segundo premio Nacional de Literatura. Cinco años después publicó
‘Ocre’, una recopilación de poemas con temática feminista y amorosa. Durante estos años la
soledad en la que vivía la poetisa acentuó su neurosis, lo que en ocasiones le hacía abandonar
su puesto de maestra.
Alfonsina continuó publicando exquisitos poemas muy alabados por la crítica, hasta que estrenó
su obra de teatro ‘El amo del mundo’ en 1927, que fue un absoluto fracaso. La obra solo aguantó
tres días en cartelera, lo que causó un profundo dolor en Storni .
La participación de la poetisa en la vida literaria de Argentina siempre fue intensa,
extendiéndose a Europa en 1928, tras varios viajes que realizó a España. Además, siempre con
una faceta feminista, en sus poemas se entreven numerosas reivindicaciones de igualdad, de
manera que supuso una gran alegría que en 1931 fuese nombrada jurado, siendo la primera mujer
del país en conseguirlo.
La decadencia definitiva de Storni, una mujer neurótica y triste por naturaleza, llegó en 1935
cuando, al estar bañándose en el mar, recibió el golpe de ola en el pecho, lo que le hizo perder el
conocimiento. Al despertarse se noto un bulto en un seno que resultó ser cáncer de mama, para
el que le tuvieron que realizar una mastectomía.
La operación le dejó inmensas cicatrices emocionales y, junto al tratamiento para el cáncer que
recibió después, la hizo sumirse en un profundo pozo de dolor y desesperación que la llevaron a
recluirse. Su neurosis se intensificó, hasta el punto de dejar el tratamiento, a pesar de que el
tumor tenía ramificaciones que ponían en peligro su vida.
Su enfermedad coincidió con el suicidio de su amigo, Horacio Quiroga, en 1936. A pesar de
sufrir una situación de tremenda inestabilidad emocional, Storni continuó publicando.
EL TRISTE FINAL DE STORNI
El 18 de octubre de 1938 viajó a Mar de Plata, donde pasó sus últimos días, enferma y sola.
Dedicó su estancia en esta ciudad a escribir, fundamentalmente cartas a su hijo, así como ‘Voy a
dormir’, el que fue su último poema. El dolor físico y emocional que sentía finalmente se le hizo
insoportable.
Durante la madrugada del 25 de octubre de 1938, Storni abandonó su habitación, se dirigió a la
playa y se internó en el mar. Su cuerpo sin vida apareció a la mañana siguiente en la playa
Alfonsina Storni murió igual que vivió, con un arte triste y desesperado, bello pero gris, como la
propia Alfonsina. Su romántica muerte evocó múltiples canciones y creaciones artísticas. Fue una
decisión tomada de forma coherente por una mujer que, harta del sufrimiento, decidió
abandonar de forma voluntaria un mundo que no le era afable , antes de que fuese otro el que
tomase la decisión por ella.
‘Alfonsina y el mar’ fue una de las canciones que inspiradas a raíz del triste suicidio de la poetisa.
Fue compuesta por el pianista Ariel Ramírez y escritor Félix Luna, ambos argentinos. La canción,
que es muy popular en países hispanohablantes, ha sido versionada en múltiples ocasiones, por
famosos artistas como Miguel Bosé, Plácido Domingo, Antonio Machín o Shakira
La impronta de Rodolfo Walsh en “Noticias»
Este diario fue la publicación más importante de la agrupación Montoneros y en sus diferentes números se pueden rastrear las marcas que se harán nítidas en la Carta a la Junta Militar de 1977.
Algo que caracterizó a la organización Montoneros fue su actividad de prensa, especialmente prensa gráfica. En los primeros tiempos, Cristianismo y Revolución hacían públicas sus ideas políticas y primeras entrevistas.
En 1973 se lanzó El Descamisado, que llegó a tener una tirada de cien mil ejemplares, con Dardo Cabo como director. Luego aparecieron las menos importantes El Peronista para la Liberación Nacional y La Causa Peronistas, ambos en 1974.
Sin embargo, Noticias fue la publicación más seria que produjo la organización. Su duración fue de 8 meses o 267 números. Su director, Miguel Bonasso, y el grupo de primer nivel que conformaban su plantel, periodistas con militancia montonera como Rodolfo Walsh, Francisco Urondo, Juan Gelman, Horacio Verbitsky y otros sin vinculación militante, son voces que describen tiempos ciertamente convulsionados y denuncian hechos que, a pesar de su importancia, no fueron reflejados por los tradicionales medios masivos. En el recorrido por sus ejemplares van apareciendo las marcas de los hombres que en forma individual, antes y después, investigaron y documentaron la escalada de sucesos que nos llevaron indefectiblemente al golpe del 24 de marzo de 1976. Esta conjunción de nombres arroja un material muy interesante para analizar ya que representa otra forma de hacer política y periodismo.
En una entrevista publicada en 2005, la periodista Graciela Esquivada, analizó este importante medio de comunicación revolucionario, formado por individuos “capaces de elaborar un discurso crítico, inclusive sobre las decisiones de su conducción política, que podía tener sus propias ideas sobre el delicadísimo momento histórico que se vivía. Como todo medio periodístico, aspiraba a influir y lucrar. El punto de la influencia es significativo, ya que en el momento de la salida del diario, Montoneros contaba con un órgano de difusión de su línea, El Descamisado, que llegaba únicamente a quienes ya estaban convencidos de la particular visión revolucionaria del grupo, o integraban directamente las organizaciones visibles que se conocían bajo el nombre general de Tendencia peronista”.
Rodolfo Walsh, como los otros jefes de redacción vinculados a Montoneros, tenían total independencia para decidir la cobertura de ciertos hechos y el enfoque para narrarlos. Estaba encargado de noticias generales y policiales. Julio Troxler, a quien Walsh ya había inmortalizado como sobreviviente de los fusilamientos del 56 que lo impulsaron a escribir Operación Masacre, era el jefe de seguridad de la redacción. Un mes después del cierre del diario fue secuestrado y asesinado por la Triple A en Barracas, junto a las vías del Roca. Esta vez la ráfaga de disparos si dio en el blanco.

En la contratapa de cada edición se pueden leer noticias que constituyen verdaderas denuncias de acontecimientos que se fueron agravando con el correr de los meses. Releyendo diversos ejemplares, desde enero de 1974 se pueden establecer ciertos patrones o ejes sobre los cuales se publicaba: la situación de los trabajadores, conflictos, huelgas, despidos, relación entre el gobierno y algunos dirigentes sindicales, especialmente aquellos que atentaron contra el pacto social, recibiendo una severa advertencia de Perón al comienzo de ese año, el malestar ante decisiones que tomó el gobierno. Un ejemplo es la designación de Alberto Villar y Luis Margaride en altos cargos policiales, personajes que habían sido denunciados por la Juventud Peronista como responsables de perseguir y torturar a militantes en villas, barrios y fábricas.
Se puso especial énfasis en denunciar todo intento de censurar o silenciar los medios de prensa, informando sobre allanamientos y clausuras, se advirtió sobre ataques a tiros y bombas de diversas sedes de locales políticos o de agrupaciones, la situación de presos políticos en todo el país, muchos de los cuales fueron torturados y fusilados.
En el recorrido por estas noticias se advierte la impronta de Walsh, tres años antes de su Carta a la Junta Militar, por hacer públicos hechos que estaban a la vista pero que no eran valorados en su gravedad y consecuencias, son los mismos patrones que vuelca en el documento de 1977 y que le cuesta la vida. Le habló a la sociedad con múltiples voces. Pocos escucharon.
Fuente: https://www.agenciapacourondo.com.ar/cultura/la-impronta-de-rodolfo-walsh-en-noticias