🟌1) Uruguay – Tiempo presente por S. Petrovich
🟌2) Por Ignacio Ramonet: Las redes sociales, nuevo medio dominante
🟌3) Cambio climático y guerras
🟌4) La inflación se ha transformado en el principal dolor de cabeza en Chile y el mundo
Tiempo presente
ausencias y algunas evidencias
Uruguay
Resulta agobiante, complejo al extremo poder orientarse en un tiempo de caos y barbarie.
Sí, no es para mañana el gran caos, estamos adentro del mismo sin saber hacia dónde seremos propulsados. Cualquier intento o pretexto para ignorarlo es una manifestación de ceguera voluntaria que se niega a ver la realidad. Nadie debería sorprenderse de que hoy en nuestro territorio Uruguay, se haya llegado al actual descalabro en todos los planos. Nos referimos principalmente al aspecto humano, al derrumbe progresivo de algunos derechos conquistados otrora, al cercenamiento de las libertades sindicales, de expresión, a la pauperización de amplios sectores de la población, al revisionismo histórico por parte de sectores ultra conservadores y nostálgicos de la dictadura, el progresivo protagonismo y accionar de las fuerzas represivas. Por otra parte tenemos el silencio de la central sindical PIT CNT en medio de una situación cada vez más apremiante para el conjunto del campo popular.
Están sucediendo cosas que muestran una clara ofensiva por parte de los sectores más regresivos y que ameritarían una respuesta por parte de esa otra mitad del pueblo que expresó su rechazo en el último plebiscito, a fines de marzo del presente año, para derogar 135 artículos de los 500 comprendidos en la LUC ( Ley de urgente consideración) verdadero buque insignia del actual gobierno de Luis Lacalle Pou. Incursión de la policía en un centro de estudiantes y detención de dos de ellos, un trabajador de la cadena de supermercados DEVOTO despedido por haber comido un sándwich que estaba para descarte, irrupción de sectores revisionistas del pasado histórico reciente, reclamando “justicia” para sus presos condenados por terrorismo de estado. Procesos de privatización de distintos entes del estado, reforma educativa y así podemos seguir enumerando. Hay mucha gente afectada sin trabajo, sin sueldo, pasando hambre y las soluciones se limitan a alguna que otra medida de asistencialismo.
De todo ello se puede destacar un tema eje en la problemática social: el trabajo. La gran mutación de las sociedades se opera a partir del mismo. Teletrabajo, precarización de los trabajadores y aumento exponencial de cuentapropistas. Muchos trabajos con los cuales se podía llegar a hacer una entrada mensual dejaron o dejarán de existir, uno de los tantos sectores afectados es el socio cultural. Si lo mencionamos es porque todo este proceso traerá aparejado una pérdida importante en el nivel cultural de nuestra sociedad. Se irá acrecentando la pobreza cultural instalada desde hace mucho tiempo atrás. No podemos dejar de pensar en un devenir que afectará la vida de las personas y aun peor su capacidad de elaborar pensamiento.
Si el trabajo asalariado es una forma moderna de esclavitud y solo se piden mejoras en la paga, el sistema capitalista se seguirá perpetuando. Mucha gente se ha volcado al mercado ofreciendo productos, servicios que van desde cursos, talleres, seminarios y formaciones de todo tipo. ¿Entonces, donde estaría la salida? Por ahora las respuestas o más bien la salida viene siendo por pequeños grupos, colectivos o personas que se organizan, despliegan estrategias que les va permitiendo comenzar una nueva vida desplazándose al campo, comenzando allí una nueva vida relacionada en general al cultivo orgánico. Esto genera extensiones hacia otras actividades, cooperativas, elaboración de distintos productos naturales. Todas estas iniciativas muy positivas por cierto no involucran a un número importante de personas y tampoco son expresión organizada de ninguna organización social. Por lo tanto se puede decir que estamos ante un proceso molecular de experiencias que van dando forma a distintas grupalidades territoriales, redes, comunidades. Muchas de estas experiencias también se vienen desarrollando en medio urbano.
Todas estas iniciativas constituyen otras formas de organicidad social más éticas pero ello no es salirse del sistema, pero bien pueden ser embriones de formas más autónomas de la existencia.
Capítulo aparte merece pensar en la fragmentación de la sociedad y de los distintos colectivos sociales. Sin duda esta es una de las tantas afectaciones que tiene el sistema y que alcanza a todos los sectores .
Parecería que muchas personas constatan un fuerte componente individualista en nuestra sociedad, la ausencia de un nosotros consciente, de la necesidad de hacer parte de una comunidad y sin ello resulta poco probable que caminemos hacia un cambio significante. No empero hay brisas que corren y tercamente traen las coincidencias subjetivas de esas que van juntando poco a poco.
Lo inesperado , lo no pensado ya está en filigrana entre nosotros.
Transcribimos un extracto del libro “Habitar y una política terrena” de Amador Fernández Savater
Me parece que esta pelea macro entre el capital y la vida, el capital y la tierra, se concreta día a día en cada una de nuestras vidas, mil veces; entre al menos dos experiencias del mundo que en el libro se llaman “habitar” y “gobernar”. Es decir, podemos “habitar” lo que vivimos, es decir que eso que vivimos nos pase por el cuerpo, nos afecte, elaborar las cosas metidos dentro de las cosas, las cosas que nos toquen vivir, las que sean, siendo parte de ellas, estando hechos de la misma materia que compone las propias situaciones que atravesamos. Entre nosotros y las cosas que atravesamos hay simplemente una prolongación, estamos hechos de esa materia, somos las situaciones que atravesamos. O podemos, al revés, tratar de “gobernar” la vida que es poner una instancia de control para manejar lo que pasa desde una idea previa, un interés, una voluntad, previa a lo experimentado, previa a la situación que estoy viviendo, previa a la trama de vínculos que se arma en cada momento. Es decir, que me parece que la pelea más política realmente se da en la experiencia del mundo que hacemos día a día, con los demás, con nosotros mismos, con los saberes, con los cuerpos, con los cuidados, en un aula, en la terapia, en la calle, en la amistad, en el amor.
Ahí se está jugando la experiencia de si vamos a vivir el mundo como un sujeto que conoce y domina a un objeto o si vamos a vivir el mundo siendo el mundo, siendo parte de ese mundo al que damos forma y él nos da forma estando dentro del mundo. Si vamos a vivir suspendidos como seres abstractos con una ilusión de dominio o si vamos a hacer un trozo más de esa materia de la que está hecho el mundo y la vida.
Sandra Petrovich artista visual, poeta para la revista Alternativas
abril 2022
Por Ignacio Ramonet: Las redes sociales, nuevo medio dominante

Mientras internet y las redes sociales alcanzan el summum de la democratización, la censura y la vigilancia son moneda corriente. La contracara de las plataformas que amplían el espacio de libertad de expresión es, entre otras cosas, el desarrollo de nuevas tecnologías para el rastreo de nuestras huellas. Una guerra de opuestos en la que el individuo batalla, sin darse cuenta, contra los gigantes de la informática.
El internet moderno, la web, se inventó en 1989, hace treinta y dos años. O sea, estamos viviendo los primeros minutos de un fenómeno que llegó para quedarse durante siglos. Pensemos que la imprenta se inventó en 1440, y que tres décadas después casi no había modificado nada, pero acabó por trastornar el mundo: cambió la cultura, la política, la economía, la ciencia, la historia. Resulta evidente que muchos de los parámetros que conocemos están siendo modificados en profundidad, no tanto por la pandemia actual de Covid-19, sino, sobre todo, por la irrupción generalizada de los cambios tecnológicos y de las redes sociales. Además, no solamente en términos de comunicación –¿se está muriendo la verdad?–, sino también en las finanzas, el comercio, el transporte, el turismo, el conocimiento, la cultura… Todo ello sin olvidar los nuevos peligros en materia de vigilancia y de pérdida de privacidad.
Ahora, con la web y las redes sociales, ya no es únicamente el Estado quien nos vigila. Algunas empresas privadas gigantes (Google, Apple, Facebook, Amazon, etc.) saben más sobre nosotros que nosotros mismos. En los próximos años, con la inteligencia artificial y la tecnología 5G, los algoritmos van a determinar más que nuestra propia voluntad el curso de nuestras vidas. Que nadie piense que esos cambios tan determinantes en la comunicación no van a tener consecuencias en la organización misma de la sociedad y en su estructuración política tal como la hemos conocido hasta ahora. El futuro es muy largo y los cambios determinantes apenas acaban de empezar.
El mito de Sísifo
Vivimos en un universo en el que nuestra privacidad está muy amenazada; estamos más vigilados que nunca mediante la biometría o las cámaras de videoprotección, mucho más de lo que imaginó el mismísimo George Orwell en su novela distópica 1984. Además, la robótica, los drones y la inteligencia artificial amenazan con crear un ecosistema del que el ser humano podría acabar siendo expulsado; sin hablar de la “crisis de la verdad” —en materia de información—, sustituida por las fake news, la posverdad, las nuevas manipulaciones o las verdades alternativas. En este punto el futuro podría estar acercándose más rápido de lo que pensamos a nuestro pasado más aterrador.
Sobre el aspecto emancipador de la actual revolución digital, lo más notable es la “democratización efectiva de la información”. Un ideal que constituía una reivindicación fundamental, y en cierta medida un sueño, desde la revuelta social de mayo de 1968 –es decir, el deseo de que los ciudadanos se apoderaran de los medios de comunicación y sobre todo de información– en cierta medida se ha realizado. Hoy en día con el equipamiento masivo de dispositivos ligeros de comunicación digital (teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, tabletas y otros) los ciudadanos disponen, individualmente, de una potencia de fuego comunicacional superior a la que poseía, por ejemplo, en 1986, el primer canal de televisión de alcance planetario, Cable News Network (CNN). Es mucho más barato y fácil de operar. Cada ciudadano es ahora lo que antes se llamaba un mass media. Mucha gente lo ignora o no conoce el poder real del que dispone. Hoy, frente a las grandes corporaciones mediáticas, ya no estamos desarmados. Otra cosa es saber si estamos haciendo un uso óptimo del superpoder comunicacional del que disponemos.
¿Ha resuelto eso los problemas en materia de información y de comunicación? La respuesta es no, porque en la vida cada solución crea un nuevo problema. Es la trágica condición humana. Los griegos antiguos la ilustraban con el mito de Sísifo, condenado a empujar una enorme roca hasta lo alto de una montaña; una vez alcanzada la cumbre, la roca se le escapaba de las manos y se precipitaba de nuevo hasta el pie del monte. Entonces Sísifo tenía que volver a subirla a la cima, donde se le volvía a resbalar, y así hasta el fin de la eternidad.
En ese sentido, aunque la revolución digital permitió una indiscutible democratización de la comunicación –objetivo que parecía absolutamente impensable– esa democratización provoca ahora una proliferación incontrolada y desordenada de los mensajes, así como ese ruido ensordecedor creado sobre todo por las redes sociales. Esto es precisamente lo que constituye el nuevo problema. Como dijimos, ahora la verdad se ha diluido. Si todos tenemos nuestra verdad, ¿cuál es entonces la verdad verdadera? O será, como decía Donald Trump, que la “verdad es relativa”.
Al mismo tiempo, la objetividad de la información (si alguna vez existió) ha desaparecido, las manipulaciones se han multiplicado, las intoxicaciones proliferan como otra pandemia, la desinformación domina, la guerra de los relatos se extiende. Nunca se habían “construido” con tanta sofisticación falsas noticias, narrativas delirantes, “informaciones emocionales”, complotismos. Para colmo, muchas encuestas demuestran que los ciudadanos prefieren y creen más las noticias falsas que las verdaderas, porque las primeras se corresponden mejor con lo que pensamos. Los estudios neurobiológicos confirman que nos adherimos más a lo que creemos que a lo que va en contra de nuestras creencias. Nunca fue tan fácil engañarnos.
El nuevo territorio
Más que una “nueva frontera”, Internet, o sea, el ciberespacio o digitalandia, es nuestro “nuevo territorio”. Vivimos en dos espacios, el nuestro habitual, tridimensional, y el espacio digital de las pantallas. Un espacio paralelo, como en la ciencia-ficción o en los universos cuánticos, donde las cosas o las personas pueden hallarse en dos lugares al mismo tiempo. Obviamente nuestra relación respecto al mundo, desde un punto de vista fenomenológico, no puede ser la misma. Internet —y mañana la Inteligencia Artificial— dota a nuestro cerebro de unas extensiones inauditas. Ciertamente la nueva sociabilidad digital, acelerada por redes socializantes como Facebook o Tinder, está modificando profundamente nuestros comportamientos relacionales. No creo que pueda haber “vuelta atrás”. Las redes son sencillamente parámetros estructurales definitorios de la sociedad contemporánea.
También hay que tener conciencia de que Internet ya no es ese espacio de libertad descentralizado que permitía escapar de la dependencia de los grandes medios de comunicación dominantes. Sin que la mayoría de los internautas se haya dado cuenta, Internet se ha centralizado en torno a algunas empresas gigantes que ya citamos —las GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon)—, que lo monopolizan y de las que ya casi nadie puede prescindir. Su poder es tal, lo acabamos de ver, que se permiten incluso censurar al presidente de los Estados Unidos cuando Twitter y Facebook le cortaron el acceso y enmudecieron al propio Donald Trump a principios de enero pasado.
No entendimos, a principios de los años 2000, que el modelo económico de “publicidad contra gratuidad” crearía un peligroso fenómeno de centralización, porque los anunciantes tienen interés en trabajar con los más grandes, con aquellos que poseen más audiencia. Ahora hay que conseguir ir en contra de esta lógica para descentralizar de nuevo Internet. La opinión pública debe comprender que la gratuidad conlleva una centralización tal de Internet que, poco a poco, el control se vuelve más fuerte y la vigilancia se generaliza.
Sociedades de control
En cuanto a esto, debemos precisar que hoy la vigilancia se basa esencialmente en la información tecnológica, automática, mucho más que en la información humana. Se trata de “diagnosticar la peligrosidad” de un individuo a partir de elementos de sospecha más o menos comprobados y de la vigilancia (con la complicidad de las GAFA) de sus contactos en redes y mensajes; con la paradójica idea de que, para garantizar las libertades, hay que empezar por limitarlas. Que se entienda bien: el problema no es la vigilancia en general, sino la vigilancia clandestina masiva.
En un Estado democrático las autoridades están completamente legitimadas para vigilar a cualquier individuo que consideren sospechoso, para ello se apoyan en la ley y hacen uso de la autorización previa de un juez. En la nueva esfera de vigilancia, toda persona es considerada sospechosa a priori, sobre todo si las “cajas negras algorítmicas” la clasifican mecánicamente como “amenazante” después de analizar sus contactos en redes y sus comunicaciones. Esta nueva teoría de la seguridad considera que el ser humano está desprovisto de verdadero libre arbitrio o de pensamiento autónomo. Es inútil, por lo tanto, que para prevenir eventuales derivas se busque intervenir retroactivamente en el entorno familiar o en las causas sociales. Lo único que ahora se desea, con la fe puesta en los informes de vigilancia, es reprimir lo antes posible, antes de que se cometa el delito. Esta concepción determinista de la sociedad, imaginada hace unos sesenta años por el escritor estadounidense de ciencia ficción Philip K. Dick en su novela Minority Report, se impone poco a poco. Es el “predelito” lo que a partir de ahora se persigue, bajo el pretexto de “anticiparse a la amenaza”.
Con semejante fin, empresas comerciales y agencias publicitarias cachean nuestras vidas. Estamos siendo cada vez más observados, espiados, vigilados, controlados, fichados. Cada día se perfeccionan nuevas tecnologías para el rastreo de nuestras huellas. En secreto, los gigantes de la red elaboran exhaustivos ficheros de nuestros datos personales y de nuestros contactos, extraídos de nuestras actividades en las redes sociales mediante diferentes soportes electrónicos.
Tecnologías para la emancipación
Sin embargo, esta vigilancia generalizada no impide el despertar de algunas sociedades mucho tiempo mantenidas en silencio y ahora interconectadas. Sin duda, lo que se llamó en 2011 la “primavera árabe”, igual que el “Movimiento de los indignados” en España y “Occupy Wall Street” en Estados Unidos, no hubieran sido posibles –en la manera en que se desarrollaron– sin las innovaciones comunicacionales aportadas por la revolución de Internet. Ello no solo se debe al uso de las principales redes sociales, que entonces estaban apenas extendiéndose –Facebook se crea en 2006 y Twitter arranca en 2009–, sino al recurso del correo electrónico, de la mensajería y simplemente del teléfono inteligente. El impacto de las manifestaciones populares provocadas por esas innovaciones comunicacionales fue muy fuerte ese año 2011, independientemente de la naturaleza de los sistemas políticos (autoritario o democrático) contra los que chocaron.
Claro, en el mundo árabe, “congelado” por diversas razones desde hacía medio siglo, la “sacudida” tuvo consecuencias espectaculares: dos dictaduras (Túnez y Egipto) se derrumbaron, y en otros dos países (Libia y Siria) empezaron dolorosas guerras civiles que aún, diez años después, no han terminado. También en el seno de sistemas democráticos –España, Grecia, Portugal, Estados Unidos– se produjeron ese año impactos considerables que modificaron definitivamente la manera de hacer política. Piénsese, por ejemplo, en España, donde al calor de ese movimiento surge un partido nuevo de izquierda, Podemos, que los electores acabaron por propulsar en 2019 hasta el poder, en coalición con el Partido Socialista Obrero Español. No es poca cosa.
Deseo añadir dos ideas. Primero, que esas innovaciones comunicacionales dieron muy pronto lugar a un uso político de las redes sociales. No podemos ser ingenuos. Hay manuales para usar las redes con intenciones subversivas. Se han usado contra Cuba un sinnúmero de veces, así como contra la Revolución Bolivariana en Venezuela y contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Recordemos también que entre 2003 y 2006, de manera organizada y planificada, con financiamiento de poderosos intereses, se habían producido ya lo que se llamaron las “revoluciones de colores” en Georgia (2003), Ucrania (2004), Kirguistán (2005), etc.; con la intención no disimulada de romper las alianzas de estos países con Moscú y disminuir la potencia de Rusia.
En segundo lugar, comentaremos que en el otoño de 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 se extendiera a todo el planeta, el mundo –de Hong Kong a Chile, pasando por Irak, Líbano, Argelia, Francia, Cataluña, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, entre otras naciones– estaba conociendo un reguero de grandes protestas populares impulsadas y acentuadas por el recurso de las redes sociales. Todos los gobiernos de esos países, teóricamente democráticos, no supieron, en la mayoría de los casos, cómo enfrentar este nuevo tipo de contestación social excepto con la represión brutal.
¿El problema tal vez sea la solución?
Así que podríamos, en efecto, decir que por una parte, las redes sociales y las mensajerías de nuevo tipo (Twitter, Facebook, Instagram, Telegram, Signal, Snapchat, WhatsApp, Zoom, TikTok y otras) han ampliado indiscutiblemente el espacio de nuestra libertad de expresión, pero a la vez han multiplicado al infinito las capacidades de manipulación de las mentes y de vigilancia de los ciudadanos. Es clásico. Podríamos afirmar, parafraseando a Marx, que la Historia es la historia de las innovaciones tecnológicas. Cada innovación tecnológica aporta una solución a un problema, y a su vez, como ya subrayamos, cada solución crea un nuevo problema. O sea, siempre que se produce un salto hacia adelante en las tecnologías de la comunicación, nos hallamos efectivamente ante un progreso en materia de capacidades de expresión, y también, ante un peligro de confusión, de confrontación y de nuevas intoxicaciones mentales. Es normal. En ese aspecto no hay nada nuevo. Todo poder que posee el monopolio de la expresión pública se desespera ante cualquier aparición de una tecnología comunicacional democratizante que amenaza su uso solitario de la palabra. Piénsese, de nuevo, en la invención de la imprenta en 1440, y el pánico de la Iglesia y del trono ante una máquina que les arrebataba de repente el monopolio de la verdad.
Ante el dilema peligros vs. ventajas, la pregunta sigue siendo ¿qué hacer? Depende de quién se plantee esa interrogación. Si son los ciudadanos, es previsible que deseen hacer uso inmediato de la excesiva potencia que les confieren las redes, sin tener la precaución de desconfiar del segundo aspecto: la manipulación de la que pueden ser objeto. Las decepciones, por ello, pueden ser fuertes.
Si quien se hace la pregunta es el poder, yo diría que debe guardar la serenidad; no puede soñar con que, por milagro, desaparezcan las redes que ya están aquí para siempre. Él también debe adaptarse a esta nueva realidad, a esta nueva normalidad comunicacional. La censura, la negación o la ceguera no sirven de nada, solo agravarían el problema, visto desde el poder. Lo rígido rompe, mientras que lo flexible resiste. Por lo tanto, el poder debe entender que las redes son un nuevo espacio de debate y de confrontación, y constituyen quizás, en el campo político, el principal espacio contemporáneo de enfrentamiento dialéctico. Es el ágora actual, y es ahí, en gran parte –como lo fue en las páginas de los periódicos durante mucho tiempo–, donde se dirimen ahora los grandes diferendos y las principales polémicas. Quien no desee ser el gran perdedor de nuestro tiempo debe estar presente en este espacio central de los debates.
Sí, las redes sociales son el medio dominante hoy, como lo fueron en otras épocas la televisión, la radio, el cine o la prensa. Es una revolución considerable, como no la ha habido jamás en el campo de la comunicación. Repetimos, todo cambio importante en el ámbito de la comunicación acaba fatalmente por tener repercusiones decisivas en lo social y lo político. No hay excepciones. Desde la invención de la escritura hasta Internet, pasando por la imprenta.
En cualquier país, las redes obligan a todos los demás medios de masas (prensa escrita, radio, cine, televisión) a tener que repensarse. Hay un darwinismo mediático en marcha. El medio que no se adapte al nuevo ecosistema desaparecerá. Adaptarse no quiere decir que los otros medios deben hacer lo que hacen las redes. No. Las redes son también el territorio, ya lo dijimos, de la manipulación, de la intoxicación, de las fake news, de las “verdades emocionales”, de las “verdades alternativas”, de los relatos conspiracionistas. La prensa escrita, por ejemplo, debe concentrarse en sus cualidades: la calidad de la escritura, la brillantez del relato, la originalidad de la temática, la realidad del testimonio, la autenticidad de la información, la inteligencia del análisis y la garantía de la verdad verificada.
Michael Roberts
A medida que la horrible guerra en Ucrania se prolonga, con más vidas perdidas y atrocidades (aparentemente) cometidas, los precios de la energía y los alimentos alcanzaron aun mayores máximos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publica mensualmente un índice de precios mundial. El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó otro máximo histórico de 159,3 puntos en marzo, un 12,6% más que en febrero.

Índice de precios de los alimentos de la FAO
Los precios del petróleo y el gas también están cerca de niveles máximos históricos. En Europa, los precios del gas alcanzaron un récord de 335 euros por megavatio hora, y a ese nivel, ahora es más barato para algunas centrales quemar carbón en lugar de gas, incluso si se tiene en cuenta el costo de los permisos de carbono. Europa quiere seguir las órdenes de la OTAN y reducir las importaciones de energía rusas. La ironía es que algunos países, como Italia, dicen que necesitará quemar más carbón, para quemar menos gas ruso. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) planteó el dilema en relación con el calentamiento global y las necesidades energéticas, dada la guerra de Ucrania y las sanciones contra Rusia. “Cuanto más rápido los responsables políticos de la UE traten de alejarse de los suministros de gas rusos, mayor será la implicación potencial en términos de costos económicos y emisiones a corto plazo”. dijo la AIE, en un informe.
¿Se puede cuadrar el círculo: es decir, obtener más suministro de energía para reducir los precios, al tiempo que se intenta reducir la producción de combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero? “Estamos decididos a limitar la capacidad de [Vladimir] Putin para financiar su atroz guerra”. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, escribió en Twitter. Y luego continuó diciendo: “La UE debe deshacerse de su dependencia de los combustibles fósiles”. A primera vista, estos dos objetivos podrían ser compatibles. Reducir la energía de combustibles fósiles de Rusia reducirá el uso de energía y reducirá las emisiones de carbono, ¿no? Después de todo, la energía limpia, dice Christian Lindner, ministro de finanzas de Alemania, debe considerarse la “energía de la libertad”. Por lo tanto, el gobierno alemán planea reducir su dependencia de las importaciones de energía rusas acelerando las energías renovables y alcanzando el 100% de “energía limpia” para 2035. Pero al mismo tiempo, el canciller alemán, Olaf Scholz, aceptó que, a corto plazo, ¡no tiene más remedio que seguir comprando gas y petróleo de Rusia!
La COP26 de Glasgow contenía un acuerdo para reducir la producción de combustibles fósiles, a pesar de que hubo una feroz discusión que estalló sobre si el carbón debería ser “eliminado gradualmente” o “reducido gradualmente”. Presidente de la COP26, Alok Sharma. “Los países están dando la espalda al carbón” dijo. “El fin del carbón está a la vista”. Y, sin embargo, incluso antes de la invasión rusa de Ucrania, lejos de disminuir, el uso de carbón a nivel mundial aumentó a niveles récord este último invierno, lo que provocó que las emisiones aumentaran, mientras que las instalaciones de energía limpia cayeron por debajo de los niveles necesarios para alcanzar los objetivos climáticos. En los Estados Unidos, la generación de energía a carbón fue mayor en 2021 bajo el presidente Joe Biden que en 2019 bajo el entonces presidente Donald Trump, quien se había posicionado como el posible salvador de la industria del carbón de Estados Unidos. En Europa, la energía del carbón aumentó un 18 por ciento en 2021, su primer aumento en casi una década. El economista Dieter Helm, profesor de política energética en la Universidad de Oxford, dice que el alejamiento de los combustibles fósiles rara vez se ha visto más complicado. “La transición energética ya estaba en problemas: el 80 por ciento de la energía del mundo todavía proviene de combustibles fósiles”. dijo. “Espero que a corto plazo, Estados Unidos aumente la producción de petróleo y gas y el consumo de carbón de la UE podría aumentar”.
Este conflicto de objetivos de “Occidente” llega en un momento en que el calentamiento global y el cambio climático están llegando a un punto de inflexión de “ahora o nunca”, donde el objetivo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C no se puede cumplir. En la presentación el último informe del IPCC sobre el cambio climático (que supuestamente describe “soluciones” para mitigar el calentamiento global y cumplir con los objetivos), el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, comentó: “Los hechos son innegables. Esta abdicación del liderazgo (por parte de los gobiernos) es criminal”. Con esto quiso decir que los 198 países que se habían reunido en Glasgow para la Conferencia sobre el Cambio Climático COP26 en noviembre pasado no estaban cumpliendo ninguno de sus objetivos (ya insuficientes) de reducción de emisiones. Por lo tanto, las temperaturas globales parecen estar listas para superar el límite de 1,5 ºC de grados por encima de los niveles industriales de 1850. En cambio, el mundo enfrenta un aumento de la temperatura de 2.7 ° C en los planes climáticos actuales, advirtió la ONU. Las promesas actuales reducirían las emisiones de carbono en solo un 7,5% para 2030, mucho menos que el recorte del 45% que los científicos dicen que se necesita para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C.
Y no es sólo reducir las emisiones actuales lo que es necesario, sino también reducir los niveles ya acumulados de carbono en la atmósfera. Es un problema de stock porque muchos gases son de larga duración. El óxido nitroso puede permanecer en la atmósfera durante 121 años, el metano durante 12 años. La vida útil del dióxido de carbono no se puede representar con un solo valor porque el gas no se destruye con el tiempo, sino que circula a través del sistema océano-atmósfera-tierra. Algo de dióxido de carbono permanecerá en la atmósfera durante miles de años y el derretimiento de los glaciares podría liberar a la atmósfera carbono previamente atrapado.
Hoesung Lee, presidente del IPCC, explicó sin rodeos que: “El cambio climático inducido por el hombre, incluidos los eventos extremos más frecuentes e intensos, ha causado impactos adversos generalizados y pérdidas y daños relacionados con la naturaleza y las personas, más allá de la variabilidad natural del clima”. Mientras “algunos esfuerzos de desarrollo y adaptación han reducido la vulnerabilidad”, continuó, “El aumento del tiempo y los extremos climáticos ha llevado a algunos impactos irreversibles a medida que los sistemas naturales y humanos se ven empujados más allá de su capacidad de adaptación”. El copresidente del grupo de trabajo del IPCC, Hans-Otto Portner, lo detalló: “La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier nuevo retraso en la acción global concertada perderá una ventana breve y de cierre rápido para asegurar un futuro habitable”.
Hoesung Lee dejó en claro lo que pensaba que debería hacerse de inmediato. “El momento de detener la exploración de los combustibles fósiles, que están destruyendo nuestro planeta, es ahora. Las medias tintas ya no son una opción”. Pero simplemente detener la exploración de combustibles fósiles es precisamente eso: una medida a medias. Esto se debe a que para cumplir con el acuerdo de París, el mundo tendría que eliminar 53.500 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono cada año durante los próximos 30 años.
El problema es que es “Occidente”: las economías capitalistas maduras, que han acumulado el stock de carbono peligroso y otros gases en la atmósfera en los últimos 100 años, los que menos están haciendo para resolver la crisis climática. Alrededor de un tercio del stock actual de gases de efecto invernadero ha sido creado por Europa y una cuarta parte por los Estados Unidos. Sí, China e India son el primer y tercer mayor emisor en la actualidad. Pero medidos en términos de emisiones por habitante, son alrededor del 40 y 140, y se miden en términos de su acción per cápita, son una décima parte del nivel de Europa. E irónicamente, los principales contribuyentes a las reservas de emisiones de carbono se benefician del calentamiento global, ya que estas economías capitalistas (imperialistas) maduras se encuentran principalmente en climas fríos.
Los países del ‘Norte global’ (Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Israel y Japón) son responsables del 92% de las emisiones totales que están causando el colapso climático. Mientras tanto, el Sur Global, todos los continentes de Asia, África y América Latina, son responsables de solo el 8% del “exceso de emisiones”. Y la mayoría de estos países todavía están dentro del lado bueno de la frontera de emisiones, incluidos India, Indonesia y Nigeria. Para empeorar las cosas, los impactos del colapso climático recaen desproporcionadamente en los países del Sur global, que sufren la gran mayoría de los daños inducidos por el cambio climático y la mortalidad dentro de sus fronteras.

El mundo necesita eliminar 53.500 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono cada año durante los próximos 30 años. Pero un trabajo de investigación reciente en la revista Nature encontró que los países del G20 gastaron $ 14 billones en medidas de estímulo económico durante 2020 y 2021, pero solo el 6 por ciento de esto se asignó a áreas que reducirían las emisiones. El banco de inversión Morgan Stanley estima que lograr una reducción suficiente de las emisiones costaría alrededor de u$s 50 billones. Se requerirán alrededor de u$s 20 billones de inversiones acumuladas para cambiar los combustibles fósiles. La energía solar, eólica e hidroeléctrica requerirán u$s 14 billones de inversión para entregar el 80% de la energía mundial para 2050 y la adopción de vehículos eléctricos requerirá u$s 11 billones para construir las fábricas y la infraestructura y desarrollar la tecnología de baterías. Los biocombustibles, como el etanol, podrían ser importantes para el futuro transporte mundial junto con el hidrógeno y eventualmente podrían extenderse a los aviones, pero desarrollar esto requeriría una inversión adicional de u$s 2.7 billones. La captura y el almacenamiento de carbono podrían desempeñar un papel fundamental en la transición energética, pero se necesitan otros 2,5 billones de dólares para el desarrollo. Compare el precio de u$s 50 billones con los apenas u$s 100 mil millones durante los seis años que ha tomado que los países se unan.
Sí, las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido en algunos países y hay soluciones técnicas disponibles. Los costos de las energías renovables alternativas han bajado un 85% en los últimos diez años. Pero la producción de carbón debe reducirse en un 76% para 2030. Y los proyectos de infraestructura de petróleo / gas deben detenerse. El flujo actual de financiamiento es dramáticamente insuficiente para impulsar las energías renovables y gestionar la reducción de los combustibles fósiles. La financiación de todo este cambio es minúscula en comparación con la tarea.
Y un cambio a la “energía limpia” no será suficiente, especialmente porque la minería y la refinación de combustibles y sistemas alternativos también requieren más energía de combustibles fósiles. Todas las baterías, paneles solares y molinos de viento en el mundo no reducirán la demanda de combustibles fósiles en el corto plazo. Los vehículos de combustión interna, comerciales y de pasajeros, usan mucho acero, pero los vehículos eléctricos usan una variedad más amplia de metales más caros. Por ejemplo, el vehículo de pasajeros de combustión interna promedio usa menos de 50 libras de cobre, mientras que un Tesla usa alrededor de 180 libras de cobre enrollado en sus motores eléctricos. Además, las baterías esenciales para los vehículos eléctricos dependen de materiales como el litio y el níquel, que requieren intensos desembolsos eléctricos y químicos para procesarse. Todo esto significa más producción de combustibles fósiles para extraer más metales.
He discutido antes por qué soluciones de mercado como la fijación de precios del carbono y los impuestos al carbono no logrará las reducciones requeridas en las emisiones. Las soluciones de mercado no funcionarán porque simplemente no es rentable para el capital invertir en la mitigación del cambio climático: “La inversión privada en capital productivo e infraestructura enfrenta altos costos iniciales e incertidumbres significativas que no siempre se pueden valorar. Las inversiones para la transición a una economía baja en carbono también están expuestas a importantes riesgos políticos, iliquidez y rendimientos inciertos, dependiendo de los enfoques de política para la mitigación, así como de los avances tecnológicos impredecibles”. (FMI). Salvar el planeta y a todas las especies que viven en él no se puede lograr a través de mecanismos de fijación de precios de mercado o incluso de tecnología más inteligente. Recuerden que la ciencia inteligente nos dio vacunas y medicamentos para salvar vidas en la pandemia de COVID, pero fueron el capitalismo y los gobiernos procapitalistas los que en verdad permitieron que la pandemia ocurriera y no pudieron detener alrededor de 20 millones de “muertes en exceso” a nivel mundial.
Para detener el calentamiento global, no necesitamos sólo una nueva tecnología inteligente, necesitamos eliminar gradualmente la vieja tecnología de combustibles fósiles. Y necesitamos un plan global para dirigir las inversiones hacia las cosas que la sociedad necesita, como la energía renovable, la agricultura orgánica, el transporte público, los sistemas públicos de agua, la remediación ecológica, la salud pública, las escuelas de calidad y otras necesidades actualmente insatisfechas. Tal plan también podría igualar el desarrollo en todo el mundo al transferir recursos de la producción inútil y dañina en el Norte y hacia el desarrollo del Sur, la construcción de infraestructura básica, sistemas de saneamiento, escuelas públicas y atención médica. Al mismo tiempo, un plan global podría tener como objetivo proporcionar empleos equivalentes para los trabajadores desplazados por la reducción o el cierre de industrias innecesarias o dañinas. Pero tal plan requiere la propiedad pública y el control de las compañías de combustibles fósiles y otros sectores clave de energía y alimentos. Sin eso, no puede haber plan.
A medida que la guerra en Ucrania continúa, debemos recordar que los mayores emisores de gases de efecto invernadero son los militares. El ejército de los Estados Unidos es el mayor consumidor de petróleo del mundo y, como resultado, uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo. Las emisiones de gases de efecto invernadero del Pentágono anualmente suman más de 59 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente. Si fuera un estado nación, el ejército estadounidense sería el 47º mayor emisor del mundo, con emisiones mayores que Portugal, Suecia o Dinamarca.

Y el ejército estadounidense se está expandiendo todo el tiempo para proteger los intereses estadounidenses en los recursos petroleros y de combustibles fósiles en todo el mundo. El Proyecto costo de las guerras encontró que las emisiones totales de la actividad relacionada con la guerra en Irak, Afganistán, Pakistán y Siria son estimado en más de 400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Por lo tanto, el calentamiento global y la exploración, producción y refinación de combustibles fósiles están inextricablemente vinculados por el gasto militar. Las guerras y el aumento del gasto en armas no solo están matando personas y destruyendo vidas y hogares, sino que también se suman al desastre climático que está envolviendo a la humanidad a nivel mundial. La paz mundial no sólo salvaría vidas y medios de subsistencia, sino que también contribuiría a salvar el planeta y la naturaleza.*
Fuente : Blog de Michael Roberts
Tomado de : https://n0estandificil.blogspot.com/
La situación es compleja, es que mes tras mes la inflación en las principales economías bate récords con niveles ni vistos en décadas.
La guerra en Ucrania ha hecho que los precios de productos como petróleo, gas, cereales y aceite estén por las nubes, encareciendo aún más el costo de los alimentos y la energía en el mundo, lo que ya ha comenzado a gatillar descontento social y protestas en diferentes puntos del planeta.
Distintos factores, el mismo problema:
La inflación se ha transformado en el principal dolor de cabeza en Chile y el mundo
EFE
17 de Abril de 2022
Si la inflación ya estaba siendo un problema grave para el mundo producto de la pandemia de covid-19, la invasión rusa en Ucrania solo lo multiplicó.
La escalada de precios sin frenos es el principal dolor de cabeza de la economía mundial y controlarlo está siendo mucho más difícil de lo que se preveía. El debate entre los bancos centrales del globo es qué tan agresiva puede seguir siendo la política monetaria para bajar los precios y no afectar demasiado una economía mundial que vivirá una inminente desaceleración este año y el próximo. La situación es compleja, es que mes tras mes la inflación en las principales economías bate récords con niveles ni vistos en décadas. Noticias relacionadas Inflación en Chile se dispara en marzo y anota el mayor incremento mensual en casi 30 años: IPC anual llega a 9,4% Inflación en Chile se dispara en marzo y anota el mayor incremento mensual en casi 30 años: IPC anual llega a 9,4% Mayor inflación en 24 años: El complejo escenario económico en Perú que impulsó protestas y un toque de queda Mayor inflación en 24 años: El complejo escenario económico en Perú que impulsó protestas y un toque de queda La guerra en Ucrania ha hecho que los precios de productos como petróleo, gas, cereales y aceite estén por las nubes, encareciendo aún más el costo de los alimentos y la energía en el mundo, lo que ya ha comenzado a gatillar descontento social y protestas en diferentes puntos del planeta. Eso es parte de las nuevas presiones derivadas del conflicto en Europa del Este, ya que antes de los desatado en febrero la inflación mundial ya anotaba niveles importantes y, aunque transversal entre las economías, la causa principal difiere entre ellas. En Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo, destacan el impulso de la demanda y la estrechez del mercado laboral, con una oferta contenida y presiones salariales al alza; además, en el primero se suman los aumentos de precios de la vivienda.
En la Eurozona, en tanto, a energía continúa siendo la principal impulsora de la inflación. Mientras que en varios países de América Latina la causa fundamental se asocia al incremento de los precios de la energía y los alimentos. Todo, en un contexto en el que las presiones de costos no han cedido, producto de cadenas de suministro que no han logrado reponerse por completo tras el impacto de la pandemia y un estímulo monetario que aún se mantiene elevado en las economías desarrolladas. Con todo, marzo de 2022 se posicionó como un mes especialmente inflacionario, siendo el primero que recoge los efectos de la guerra en Ucrania.
En Chile, en el tercer mes del año, la inflación mensual se disparó 1,9% -la mayor dese octubre de 1993-, llevando a la inflación anual a un potente 9,4%. Con esto, Chile pasó a vivir su mayor inflación desde 2008 y quedó muy cerca de llegar al 10%, un nivel que el Banco Central pronosticaba que se alcanzaría a mitad de año. Es decir, los precios están subiendo más rápido de lo previsto, y el principal factor que está detrás de esto, según el Banco Central, es el inédito impulso al gasto durante 2021 producto de las ayudas fiscales y retiros previsionales, a lo que se suman los problemas de la cadena de distribución global que sigue resentida y el conflicto ruso-ucraniano.
En Perú la situación también es compleja. En marzo, la inflación peruana escaló mensualmente 1,48% -su mayor variación desde febrero de 1996-, lo que llevó a la cifra anualizada al 6,82%, el aumento de precios más importante desde 1998. Los precios de los alimentos fueron los que más subieron en el vecino país durante el tercer mes del año y también han crecido con fuerza los precios de los combustibles. Altos precios que han desatado una ola de protestas en contra del Gobierno de Pedro Castillo, quien incluso llegó a decretar un toque de queda que no logró calmar los ánimos y que tuvo que retirar tras solo 15 horas de entrado en vigencia. En Argentina, en tanto, la inflación en marzo se disparó 6,7% en términos mensuales, el máximo registro desde abril de 2002, hace 20 años. De ese modo, la inflación interanual llegó a 55,1%.
Argentina, eso sí, es un caso aparte. Si bien también se está viendo afectado por las presiones que están azotando al mundo, la altísima inflación en el país trasandino es un flagelo con el que conviven hace décadas y el cual ningún Gobierno ha sido capaz de controlar. Mientras que Brasil anotó en el tercer mes de 2022 su mayor inflación mensual desde 1994, con una subida de 1,62, dejando al en 12 meses en 11,30%.
EE.UU. vive su mayor inflación en 40 años y precios en Rusia se disparan Por otro lado, la principal economía del mundo, Estados Unidos, no se queda atrás. Su tasa interanual de inflación subió con fuerza en marzo a 8,5%. Se trata del nivel más alto para la inflación anualizada en la principal potencia económica mundial en más de 40 años y obedece principalmente al encarecimiento de la gasolina, los alimentos y la materia primera. Y en solo un mes, los precios subieron 1,2%. Solo el precio de la gasolina se disparó 18,3% con respecto a febrero y representó cerca de la mitad de la inflación estadounidense. A su vez, el país invasor, Rusia, también vive un contexto inflacionario complejo dado los efectos del conflicto armado que decidió iniciar. La inflación en el país liderado por Vladimir Putin se aceleró un 17,49% al 8 de abril pasado, su nivel más alto desde febrero de 2022. La volatilidad del rublo (la moneda rusa) hizo que los precios se dispararan bajo sanciones occidentales sin precedentes.
En Alemania, por su parte, la inflación interanual alcanzó en marzo el 7,4%, la máxima registrada desde la reunificación alemana en 1990. Se trata de un alza potente, considerando que en febrero el dato anual se había ubicado en 5,1%. En la antigua República Federal de Alemania (RFA) la última vez que se había registrado un nivel similar de inflación fue en 1981, como consecuencia del alza de los precios de petróleo por la guerra entre Irán e Irak. Buena parte del repunte inflacionario actual de Alemania está relacionado con la guerra en Ucrania, con la pandemia y con problemas en las cadenas de suministro. En marzo, los precios de la energía en la potencia europea se situaron un 39,5% por encima de los del mismo mes del año anterior.
Reino Unido, a su vez, anotó una inflación anual de 7% en el tercer mes del año -frente al 6,2% registrado en febrero-, lo que representa la mayor subida de los precios desde marzo de 1992. Se espera, además, que el alza de precios en Reino Unido no de respiro en el corto plazo, dado que a partir del pasado 1 de abril el regulador británico del mercado energético elevó en un 54% el tope aplicado a los precios de la electricidad en respuesta al encarecimiento del gas. El Banco de Inglaterra prevé que la inflación se sitúe alrededor del 8% en el segundo trimestre de 2022 y por encima a finales de año. En cuanto a España, su inflación subió mensualmente en marzo un robusto 3%, lo que ubicó a la inflación anual hasta el 9,8%, el nivel más elevado desde mayo de 1985, y es que España se ha visto especialmente afectado por el alza en el precio de la energía, lo que solo se ha profundizado con la guerra en Ucrania. Eso sí, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) espera que la escalada de precios haya tocado techo en marzo y que el IPC comience a moderarse a partir de abril.
Fuente: https://clajadep.lahaine.org/?p=31828
Pasados de rosca
El viernes 8 de abril de 2022 efectivos de la fuerza policial llegaron a la UTU del Cerro y detuvieron a un estudiante. Luego, pidieron refuerzos para accionar contra las profesoras que pedían explicaciones. Poco después, ingresaron al centro educativo y detuvieron a la fuerza a otro estudiante.
El núcleo sindical AFUTU Cerro publicó un comunicado en el que relata los hechos y denuncia violencia policial. Además, informan que el martes 19 de abril habrá paro en la UTU para dialogar con la comunidad educativa del barrio.
Comunicado del sindicato de UTU
Compartimos el relato íntegro del núcleo sindical para dar a conocer de primera mano sus impresiones y versiones de los hechos.
«En el horario de salida del turno matutino, momento en el que hay mayor concentración de estudiantes en la puerta del centro educativo, una camioneta policial que circulaba a alta velocidad frenó en la puerta de la Institución. Dos oficiales se bajaron de la camioneta, entraron al centro y retiraron de manera violenta a un estudiante. Lo golpearon contra el patrullero y lo dejaron de piernas abiertas contra la camioneta al menos 30 minutos.
Ante esta situación dos docentes fueron a pedir explicaciones sobre lo que estaba sucediendo, además de notificarles a los oficiales que el joven era menor de edad y estudiante de la Institución, así como solicitarles que dejen de violentarlo. El oficial que lo sujetaba contestó a las compañeras que, ellas estaban interfiriendo con el procedimiento policial y que sí no se retiraban las iban a formalizar. Las compañeras les comunicaron que no lo iban a hacer ya que, solo estaban observando el procedimiento. Le explicaron que el estudiante es nuestra responsabilidad una vez que entra al centro educativo. En ese momento el oficial tomó su radio y pidió refuerzos para retirar a las docentes por la fuerza del lugar.
A los pocos minutos llegó otra camioneta de la policía, con el incoherente propósito de reprimir a dos docentes que observaban en la puerta de la Institución como maltrataban a un estudiante menor de edad, así de ilógico. De la segunda camioneta se bajó una oficial que a los gritos le exigió a las compañeras que se retiraran. La oficial se acercó a una de las compañeras gritándole en la cara: “¿no leyeron la LUC?”, en reiteradas ocasiones. Solo se alejó y depuso su actitud violenta y confrontativa, cuando otro de los oficiales le dijo que iba a empezar a grabar el procedimiento.
El nivel de violencia ejercida hacia los/as estudiantes y docentes frente a decenas de adolescentes hizo que el ambiente empezara a caldearse y que una piedra golpeara uno de los móviles policiales. Frente a esto, el oficial les dijo que si el ambiente se caldeaba, se iba a complicar y que las educadoras iban a ser las responsables, que hicieran algo útil y entraran al estudiantado porque sí no la situación iba a pasar a mayores.
Otro adolescente que se encontraba dentro del centro educativo fue señalado por los oficiales como el autor de la pedrada, por lo que una vez más entraron al centro, y golpearon al estudiante en el rostro y en el brazo (lesiones que luego fueron constatadas por un médico) y lo llevaron cerca de la camioneta.
A pesar de que faltaban diez minutos para que comenzara el turno de la tarde, mientras una de las compañeras se quedaba observando el operativo con una oficial custodiándola personalmente, como si fuera una amenaza, los y las docentes entraron a todos los adolescentes a la Institución Educativa.
A esta altura, tres docentes más llegan a la UTU y al encontrarse con tal despliegue, les piden a los policías explicaciones del maltrato hacia los estudiantes, reclamando que se respetara el Código de la Niñez y la Adolescencia. Nos preocupa que ante la mención del código en cuestión, se responde en desconocimiento del mismo.
Finalmente ingresaron a los estudiantes a las camionetas policiales y se los llevaron. El director de la Institución se acercó a preguntarles a dónde eran trasladados y quiénes estaban a cargo del operativo, le dieron la información correspondiente. Menos de dos horas después el fiscal de menores determinó que sean entregados a sus referentes adultos. Las compañeras que actuaron en la situación y una de las familias de los estudiantes realizaron la denuncia por uso desproporcionado de la fuerza hacia los menores en cuestión ante el Ministerio del Interior, por otro lado el director del Centro elevó a sus autoridades el informe de los hechos.
El artículo 76 del Código de la Niñez y la Adolescencia expresa que “la autoridad aprehensora, bajo su más seria responsabilidad, deberá realizar la actuación de modo que menos perjudique a la persona y su reputación” Está claro que los hechos que relatamos fueron absolutamente violatorios de este artículo.
Las familias del Cerro mandan a sus hijos e hijas a la UTU dando por hecho de que es un espacio seguro, no un lugar donde la policía pueda irrumpir sin aviso previo ni comunicación con dirección, para retirar a los golpes a un estudiante mientras quienes estamos encargadas de velar por su seguridad somos amenazadas con un proceso penal si intentamos entablar un diálogo o siquiera osamos observar la detención».
Exigencias de AFUTU
A partir de la situación denunciada el núcleo de base de la Escuela Técnica Cerro expresa:
- Categorizamos como un hecho sumamente grave la utilización de la violencia hacia cualquier ciudadano pero fundamentalmente hacia los menores de edad.
- Consideramos también sumamente grave el ejercicio de la violencia policial dentro de un Centro Educativo.
- Nos parece inadmisible la incitación a la violencia que realizó la policía ante cientos de estudiantes, pudiendo provocar que más menores de edad resultaran heridos.
- Nos preocupa de gran manera la criminalización de los adolescentes del barrio por parte de la Policía.
- Rechazamos enfáticamente el maltrato a todas las docentes que intervinieron en la situación para garantizar los derechos de los adolescentes y cuidar su integridad física.
- El núcleo sindical va a seguir la denuncia realizada por las compañeras y la familia hasta las últimas consecuencias.
- Además seguimos reafirmando nuestro compromiso de trabajar en el reconocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes así como también en las formas no violentas de relacionarse, porque esa es también nuestra labor como docentes de la educación pública.
- Es por esto que el martes 19 paramos desde las 18:00 horas ara dialogar con las familias, vecinxs, organizaciones sociales y quienes quieran acercarse a la UTU Cerro, para conversar sobre los hechos de público conocimiento.
.
UTU del Cerro denuncia actos violentos contra estudiantes por parte de la Policía en el centro educativo
La diaria 12 de abril 2022
.
Los trabajadores anunciaron un paro para conversar sobre estos hechos con familias, vecinos y organizaciones sociales.
La dirección de la UTU del Cerro -la Escuela Técnica Cerro Maestro Nicasio García- y el sindicato de los trabajadores del centro educativo denunciaron que la Policía cometió varios actos de violencia contra los estudiantes y el lugar el viernes.
Según el relato incluido en un comunicado emitido este martes por el núcleo sindical de UTU Cerro, a la hora de salida del turno matutino, cuando hay “mayor concentración de estudiantes en la puerta del centro educativo”, frenó en la puerta de la institución una camioneta policial “que circulaba a alta velocidad”. Dos efectivos se bajaron de la camioneta, “entraron al centro y retiraron de manera violenta a un estudiante”, al cual “golpearon contra el patrullero” y “dejaron de piernas abiertas” durante al menos 30 minutos, cuentan los trabajadores.
Dos mujeres docentes se acercaron a los policías para pedir explicaciones, informar que el estudiante era menor de edad y “solicitarles que dejen de violentarlo”, continúa el comunicado. Les respondieron que estaban “interfiriendo con el procedimiento policial” y que serían formalizadas si no se retiraban; como ellas se negaron, uno de los efectivos “tomó su radio y pidió refuerzos para retirar a las docentes por la fuerza del lugar”.
Así, llegó al lugar una segunda camioneta policial, con “el incoherente propósito de reprimir” a las dos docentes, que “observaban en la puerta de la institución cómo maltrataban a un estudiante menor de edad”, informan los trabajadores. Del vehículo descendió una mujer policía que les gritó a las trabajadoras y mantuvo una “actitud violenta y confrontativa”, hasta que uno de sus compañeros le informó que empezaría a grabar el procedimiento.
“El nivel de violencia ejercida hacia los/as estudiantes y docentes frente a decenas de adolescentes hizo que el ambiente empezara a caldearse”, indica el sindicato de la UTU del Cerro, que agrega que “una piedra” golpeó uno de los móviles policiales. Uno de los efectivos les dijo a las docentes que la situación “se iba a complicar” y que ellas serían responsables si no hacían que los estudiantes ingresaran al centro educativo.
En ese contexto, un adolescente que se encontraba dentro del centro educativo fue identificado por los policías como el autor de la pedrada, “por lo que una vez más entraron al centro, golpearon al estudiante en el rostro y en el brazo y lo llevaron cerca de la camioneta”, agrega el comunicado. Los trabajadores cuentan que estudiantes y docentes ingresaron al centro educativo, excepto una de las docentes que se quedó observando el operativo “con un oficial custodiándola personalmente, como si fuera una amenaza”. Además, otros tres profesores que llegaron al lugar con el operativo ya iniciado pidieron explicaciones a los policías y reclamaron que se respetara el Código de la Niñez y la Adolescencia. “Nos preocupa que ante la mención del código en cuestión, se responde en desconocimiento del mismo”, indica el comunicado.
Los dos adolescentes fueron trasladados en camionetas policiales, y menos de dos horas después el fiscal de menores que se hizo cargo del caso determinó que fueran entregados a sus referentes adultos. La familia de uno de ellos y las docentes que presenciaron el operativo policial desde el principio presentaron una denuncia por uso desproporcionado de la fuerza hacia los menores, informaron los trabajadores.
“Las familias del Cerro mandan a sus hijos e hijas a la UTU dando por hecho que es un espacio seguro, no un lugar donde la Policía pueda irrumpir sin aviso previo ni comunicación con dirección, para retirar a los golpes a un estudiante mientras quienes estamos encargadas de velar por su seguridad somos amenazadas con un proceso penal si intentamos entablar un diálogo o siquiera osamos observar la detención”, agrega el núcleo sindical UTU Cerro a modo de conclusión.
Por último, los trabajadores enumeran que consideran que es “sumamente grave” tanto el uso de la violencia -en este caso contra menores- como el ejercicio de la violencia policial dentro de un centro educativo, e “inadmisible” la incitación a la violencia por parte de la Policía ante “cientos de estudiantes”. Agregan que les “preocupa de gran manera la criminalización de los adolescentes del barrio” y que rechazan “enfáticamente el maltrato a todas las docentes” que intervinieron en la situación. Además, anuncian que el martes de la semana que viene harán un paro desde las 18.00 para conversar sobre este hecho con familias, vecinos, organizaciones sociales “y quienes quieran acercarse a la UTU Cerro”.
La denuncia de la dirección
La dirección de la UTU de Cerro también denunció los hechos ante la Regional Montevideo Oeste de UTU en un informe de urgencia. En un relato más escueto, señaló que a las 12.55 del viernes agentes policiales entraron “en forma violenta” al predio del centro educativo persiguiendo a un estudiante menor de edad. Agregó que hubo un uso desproporcional de la fuerza que generó la intervención de docentes, que una policía impactó contra el móvil policial y que otro estudiante fue retirado “de forma violenta”, “con golpes”, del centro educativo.
El director, Ruben Ferreira, contó también que preguntó quién estaba a cargo del procedimiento policial, lo que le fue informado, y que la detención de los dos adolescentes fue solicitada por el fiscal Carlos Reyes.
“Como educadores del centro educativo, consideramos que esta serie de hechos violentos por parte de la autoridad policial no deben ocurrir, ni dentro del centro ni delante de cientos de nuestros estudiantes”, concluyó Ferreira en su mensaje a las autoridades.
AFUTU respaldó la denuncia
El sábado la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (AFUTU) manifestaron en un comunicado su “absoluto repudio ante la intromisión de las fuerzas policiales en un centro educativo y el despliegue de violencia contra jóvenes estudiantes frente a otros estudiantes”.
“Asistimos a tiempos de infamia y atropello”, agrega la asociación, que también exige “información sobre quién autorizó la entrada de estas fuerzas a un centro educativo y cuál es la situación de los compañeros docentes que auxiliaron a los estudiantes”.