✯2) Uruguay- La baja del dólar: señales y expectativas
✯3) Brasil – «Nadie sabe qué va a pasar con las Fuerzas Armadas»
✯5) Turquia – Las cárceles secretas de Erdogan en Siria
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Eduardo Aparicio
Existe una extendida coincidencia acerca de que el objetivo central y convocante del referéndum que tuvo lugar el 27M, o sea la derogación parcial de 135 artículos del conjunto que constituye la LUC, no se alcanzó. La aceptación de que estamos frente a una derrota es un asunto más dividido. Analistas y activistas en algunos casos se han inclinado hacia fórmulas de resultados mitigados: no se alcanzó la derogación pero se lograron y se pusieron de manifiestos otras cosas, tales como la capacidad y la voluntad movilizadora, y hasta el estoicismo militante que permitió dar una batalla en franca inferioridad de condiciones.
Hacemos parte de quienes estiman que hay que ubicar el desenlace que arrojó la consulta popular como una derrota, que es algo diferente a un fracaso político. Nunca es bueno escamotear o maquillar las derrotas, estas deben ser reconocidas para poder seguir adelante y sobreponerse. Calibrar, metabolizar y reconocer derrotas representa un ejercicio doloroso, importante; a 49 años de distancia tenemos presente el fin de la Huelga General del 73, la falta de un balance en profundidad que siempre se rehusó a ser dado, sin eufemismos, primero en caliente y después con “récul” (distancia), donde el reconocimiento de la derrota resulta clave, y conjunta o posteriormente la disimulación de la misma dio lugar y ayudó a consolidar orientaciones equivocadas para encarar la resistencia.
La LUC es una pieza maestra de una maquinaria conservadora, regresiva, que las derechas quieren imponer a través de sus personeros políticos. Auténticos gerentes de la burguesía los poseedores del capital han construido una clara y neta hoja de ruta, impregnada con posturas de clase.
En contrapartida las fuerzas populares están llamadas a contrarrestar esta ofensiva, a construir barreras y a dar, en primera instancia, una lucha de naturaleza defensiva, con vocación de mutarla en ofensiva.
La instalación del enfrentamiento a la LUC no fue “una changa fácil”: hubo que persuadir, convencer e imponerse, tanto en las filas del movimiento social como en el seno de la izquierda política ya que las posiciones dubitativas pesaban.
La “oposición responsable”, la política parlamentaria de reducción de daños, pesó mucho y ayudó a construir el corral de ramas que luego hubo que romper. Un impedimento, un estorbo levantado, paradójicamente, al brindar el voto favorable a los 2/3 de la LUC seguida luego con intensos forcejeos y debates por la organización de la lucha para ir por la derogación de artículos votados en los recintos parlamentarios. Sobrevoló a esta discusión el deseo de subordinar la orientación del movimiento social a los designios de la dirigencia política y en particular de los parlamentarios progresistas. Pero esto no funcionó, porque la tenacidad de los impulsores de la recolección de firmas se impuso, y el motor y la conducción estuvieron en el movimiento social. A partir de la intersocial se dieron los primeros pasos, y sobre la intersocial se construyó la Comisión del SI. Fue un proceso que no escapó a tensiones y conflictos, que llevaron a quiebres y alejamientos en la participación amplia y efectiva de las fuerzas sociales. Amplitud, carta clave para darle fuerza y galvanizar al movimiento como bien lo testimonia, por ejemplo, el éxito alcanzando en Paysandú, donde se funciono en clave de intersocial amplia, diversa y unitaria. Los actores políticos, procuraron imponer su visibilidad, su discurso, sus reflejos, su impronta, con una marcada inclinación a politizarlos en términos de gobierno-oposición, crítica y defensa de los gobiernos progresista, sin darle oportunidad de incidir con sus intervenciones en debates y apariciones públicas a los actores sociales que estaban en mejores condiciones para salir de ese brete, sin estar ligados orgánicamente a las claudicaciones y contradicciones de los tres gobiernos del FA. Además, los aparatos político-partidarios del progresismo se caracterizan por siempre permear una perspectiva electoral, o mejor, electoralista, y confunden los procesos profundos, moleculares de acumulación de fuerzas, con el simple robustecimiento de las bases electorales e interponen, por sobre todo, en su afán de recuperar el gobierno, la permanente consideración de sus posibilidades para los comicios de 2024.
La proeza de la recolección de firmasprimero y la obtención del 47% de votos por la papeleta del SI, son una genuina e inequívoca expresión de la movilización por abajo. Quedó demostrado que con objetivos claros y con cierta direccionalidad es posible movilizar y que sin movilización no hay política de izquierda. En este marco siempre surgen las tensiones entre el empuje de abajo, con algunas de las cúpulas que quieren hacer política sin movilización, o con movilización a “tren controlado”, imbuidas y armadas con esa voluntad de crecer sin confrontación, o con una confrontación parcial y educada. La oposición a las propuestas conservadora tiene arraigo en nuestro tejido social y es algo más que la categoría esgrimida por los analistas y politólogos de un país dividido. La cosa es más compleja y simple a la vez.
La lectura que invitamos hacer, es interpretar las correlación de fuerzas que emerge en término de clases y fuerzas motrices, desde la cual rápidamente constatamos que los jóvenes, buena parte de las clases sub alternas del medio urbano, constituyeron en término de movilización y adhesión la columna vertebral del SI. Los balances a establecer tienen que despojarse de la tentación simplista de transpolar lo vivido y construido entorno al referéndum a escenarios electorales. Las expresiones por el SI (los votos), no son calco de la adhesión al FA, en cambio los enojos con el Frente, sus políticas y dirigentes siguen ocupando un lugar en las filas populares. Las rupturas entre izquierda social y política no están soldadas, el divorcio persiste y la reconciliación no se logra tan solo con el desarrollo de la imponente movilización registrada. Lo ocurrido y vivido sobre el paro del 8 de marzo son expresión y testimonio de esta afirmación.
Desde Claridad nos hemos embanderado desde el 2020 con la defensa de la Seguridad Social, y por eso apoyamos sin ambages el proyecto de ATSS y la conformación del Movimiento de Defensa. En el tramo final de la campaña por el SI, nuestro compañero de redacción Luis Vignolo puso de manifiesto y en evidencia los alcances del artículo 285 y asistimos a un párate desde filas progresistas afirmando que esta disposición no comprometía la integración total del capital estatal en República Afap abriendo la fuerza a la participación privada en la misma; el tema era opinable y merecía ser levantado en términos de movilización, de pedagogía política, de concientización, pero no de freno. En cambio, algunos optaron por ese acendrado reflejo del ordeno y mando, del alineamiento prepotente desde posiciones de supuesta autoridad. No haber puesto este y otros temas en el eje de la campaña constituyó un error que no se justifica, pero se explica por los problemas de conducción política que sin duda vivió y traslució el accionar de la Comisión del Si.
Los discursos de la noche del 27 son otra muestra de los gestos de reconocimiento de lo que acabamos de afirmar: el resultado, el público que rodeaba la tribuna y la oratoria de algunos compañeros desarticularon en ese momento los llamados o la imploración dialoguista Pero la línea persiste, como también está latente en el ámbito parlamentario el ir por la “reducción de daños” en materia de Seguridad Social . Ejemplo de esto es el no haber incorporado el capítulo Seguridad Social de la Luc entre los artículos a impugnar y en el movimiento social, lo constituye el dejar de lado el apoyo al proyecto de ATSS, Seguridad Social en clave de Derechos, no lucrativas, pública, solidaria, sin AFAPs, para sustituirlo por otros.
En el 1º de mayo la defensa de la seguridad social figura en la plataforma, pero la vocería del tema no está en manos de los trabajadores de la seguridad social. También resultara palmaria y elocuente la ausencia entre los oradores de uno de los pilares de la lucha contra la LUC, como lo es FUCVAM, y tamién de la FEUU y las expresiones feministas.
En el movimiento sindical, vocación y arrebatos dialoguistas se entrelazan con una política de achique de una alianza amplia, vertebrada por el movimiento social y “el abajo que se mueve” generará nuevos escenarios.*
Fuente: Periódico digital Claridad
Uruguay-La baja del dólar: señales y expectativas en clave global, regional y local
Los movimientos del billete verde responden a una correlación de factores, como el alza de los commodities y su impacto en economías exportadoras, la guerra, la tasa de interés de la Reserva Federal, la inflación en Uruguay y los anuncios del gobierno y el Banco Central.
La metáfora de los platitos chinos que tienen que girar todos a la vez, o de la orquesta sinfónica que tiene que combinar todos sus instrumentos para lograr un resultado armónico, son ilustraciones para hablar de la política económica, o, dicho de forma menos técnica, del desafío de mantener andando la economía de un país. Son múltiples los factores que impactan y diversas las decisiones internas a tomar, pero todo confluye en una cuestión clave: las expectativas. Lo que creen que va a pasar los agentes económicos, es decir, las personas que toman decisiones –en lo macro o lo micro–, así como las señales que ellos y las autoridades exponen, forman algo cercano a una potencial profecía autocumplida.
Este proceso, con las expectativas en el centro, es relevante a la hora de hablar sobre los precios de la economía, sea la inflación o el valor del dólar. En las últimas semanas, tanto a nivel político como en el debate entre los analistas económicos, el tema que acaparó la atención fue el registro inflacionario y las medidas anunciadas con foco en lo salarial, pero hubo otra tendencia financiera que se consolidó: la baja del precio del dólar.
La moneda estadounidense finalizó el viernes a nivel interbancario en 40,07 pesos –valor de cierre– y se negoció en promedio a 40,49 pesos, lo que confirmó una semana bajista en la cotización, en la que con cuatro días de operación –el lunes fue feriado y los días previos también, por Turismo– perdió más de un peso o 2,9%. Si ampliamos la mirada a todo el año, la cotización pasó de estar en 44,5 pesos a caer algo más de 10% en cuatro meses.
Para indagar en las razones detrás de los movimientos del dólar, sus efectos y la proyección a futuro, la diaria consultó a dos especialistas, que con sus decisiones y análisis forman expectativas: Nicolás Cichevski, gerente de Análisis Económico de la consultora CPA Ferrere, y Santiago Hernández, gerente de Inversiones de la AFAP Sura.
A modo de advertencia previa, respecto del panorama mundial, Hernández señaló: “Estamos en un momento en que están ocurriendo concomitantemente varias transiciones, poco vistas en los últimos 20 o 30 años. Un ciclo de mayor inflación en países desarrollados, la transición de políticas monetarias en dichos países, un potencial cambio de orden geopolítico, en el cual la hegemonía de Estados Unidos en el orden mundial y potencialmente en su moneda puede tener implicancias. Todo ello repercute en forma directa e indirecta en el valor del dólar”.
En clave local y como adelanto del conjunto de variables a atender, Cichevski sostuvo: “Uno [cada país] tiene muchos objetivos y en algunos casos, como en el contexto actual en Uruguay, puede ser razonable el anuncio de recuperación del salario real [hecho por el gobierno], pero tiene como contracara que si vas hacia un alza de la tasa de interés, se deprecia el tipo de cambio [baja el dólar] y perdés competitividad”.
Pandemia, commodities y la FED
A nivel global y para hablar del dólar, en primer lugar hay que atender que con la pandemia los países aplicaron una política de mayor emisión para apalancar la recuperación económica; entre ellos, Estados Unidos, que bajó su tasa de interés, una referencia mundial para los inversionistas. Si esa tasa es baja, como en tiempos de pandemia, son más atractivos otros proyectos, como invertir en los países emergentes, mientras que si la tasa de la Reserva Federal (FED) estadounidense sube, la preferencia se revierte.
Ya hace meses que la FED comenzó un proceso gradual de suba de la tasa de referencia, por lo que el dólar debería fortalecer su precio en el mundo, y así ocurrió, según repasó Hernández: el índice DXY, que mide el valor del billete verde frente a una canasta de otras monedas, “se apreció desde inicio del año 5%, y registró valores máximos para los últimos cinco años contra las monedas que componen el índice –euro, libra esterlina, franco suizo, yen, dólar canadiense y la corona sueca–”.
Sin embargo, “la tendencia fue distinta para las monedas de ciertos países emergentes” que exportan commodities, que vieron subir sus precios en dólares, primero por la demanda pospandemia y luego por los coletazos de la guerra. “Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, el real [brasileño] se valorizó casi 8% y el peso uruguayo 7%”, destacó Hernández. Entonces, hay un factor global que fortalece al dólar, pero otras tendencias que se entrecruzan lo hacen bajar de precio en los países emergentes, que reciben más por sus exportaciones, como el caso de Uruguay.
“Sobre todo durante 2022, todas las monedas de Latinoamérica, por el precio de los commodities, se apreciaron bastante”, dijo Cichevski. El analista compartió un gráfico que muestra la evolución similar del valor del dólar en Uruguay y un índice de las monedas de la región –Brasil, Argentina, México, Colombia y Perú, entre otros–, en que únicamente varió la trayectoria de ambas en los últimos días, cuando bajó en Uruguay pero no en los demás países.
Para Hernández, hay dos aspectos a atender en torno al proceso: que al comenzar la pandemia “las monedas emergentes evidenciaron una desvalorización respecto del dólar en forma muy pronunciada, por ejemplo, el real desde febrero de 2020 a inicios de 2022 se había desvalorizado 20% y el peso uruguayo, 16%”, y que “si bien los precios de los commodities tuvieron importantes alzas en los últimos dos años, no habían dado tanto sostén a las monedas de países exportadores como lo visto en lo que va de 2022”.
Hacia adelante, en clave global, Cichevski apuntó que “es mayor la expectativa de que la FED va a subir las tasas de forma más rápida”, en busca de combatir la inflación en Estados Unidos, por lo que el proceso de fortalecimiento del dólar debería cobrar mayor vigor. ¿Eso llevaría a que subiera el billete verde en Uruguay? “Estamos en un contexto de mucha volatilidad, pero es algo que en algún momento puede hacer pegar un salto al dólar, como pasó hoy [por el viernes]”, dijo Cichevski. En esa jornada, el dólar subió más de 3,5% en Brasil, el mercado cambiario que más incide en la cotización local.
Hernández, por su parte, opinó que “el peso uruguayo ha seguido la tendencia de las monedas de países exportadores de commodities, especialmente agrícolas, algo que se podría mantener en un contexto internacional de alta inflación y disrupciones de oferta como consecuencia de las tensiones geopolíticas”.
Inflación, salarios y expectativas
Para continuar entendiendo los movimientos del dólar, ahora en clave local, Cichevski apuntó a las señales que dejaron dos hechos recientes: la reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) del 7 de abril y los anuncios sobre salarios del gobierno del 18 de abril. Como “conjetura” a confirmar, sostuvo que “cabe preguntarse” si estos dos hechos no están detrás de la baja semanal del dólar –a contrapelo de la región–, en función de las expectativas formadas por los agentes locales.
En la reunión en que definió sus acciones prioritarias, el BCU subió la tasa de interés en 1,25 puntos porcentuales y marcó como objetivo primario el combate a la inflación; en esa línea, anunció que habrá nuevos incrementos de la tasa de referencia. Al igual que pasaba en el caso de la FED, pero esta vez en lo local, una suba de la tasa hace más atractivo al peso y la teoría económica anticipa que ese escenario lleva a una caída del valor del dólar.
Por otro lado, el gobierno anunció el lunes un ajuste a mitad de año de 2% para los funcionarios públicos y de 3% para los jubilados, así como la sugerencia de adelantar los correctivos por inflación a nivel privado. Siguiendo con la teoría económica, una suba de los salarios anticipa una potencial remarcación de precios por parte de los empresarios, objetivo contrario al que priorizó el BCU.
“Si el BCU decide seguir en la misma dirección, esto requeriría un alza más rápida y profunda de la tasa de interés, lo que traería un tipo de cambio bajo en Uruguay. Pero no descartaría que el mensaje fuera ‘tenemos que perseguir muchos objetivos…’”, es decir que si bien la inflación es prioridad, también el gobierno considera otras opciones –como lo salarial–, atendiendo la realidad política, explicó Cichevski. Lo complejo de esta ecuación es que un potencial impacto de la mejora salarial sería mayor presión sobre los precios y la inflación.
Sobre lo último hablaron en la semana tanto autoridades económicas del gobierno como el presidente del BCU, Diego Labat, buscando llevar tranquilidad sobre que los anuncios fueron coordinados y existe confianza en que lo salarial no tendrá impacto sobre la inflación.
Para Cichevski, resta ver los resultados de la negociación por el adelanto de los correctivos a nivel privado, pero señaló que no es probable que esto “traiga más inflación en el corto plazo”; sin embargo, “a mediano plazo sí creo que los anuncios generan cierta incertidumbre y una validación de que el método de indexación [relación entre salarios y precios] sigue vigente”.
En otras palabras, esta lectura trae expectativas entre los agentes de que podría tolerarse por parte de las autoridades un desanclaje entre la inflación prevista por el mercado –más alta– y la previsión del gobierno –más baja–, así la suba de tasas no sería tan intensa y, por ende, el tipo de cambio no perdería valor. Bajo este escenario y tomando en cuenta lo dicho en clave global, podría cortarse el proceso a la baja del dólar.
En la visión de Hernández y poniendo el foco más en lo regional, “en el corto y mediano plazo” será clave para los movimientos del dólar “qué tanto puedan aprovechar [en términos de crecimiento económico] los países exportadores de commodities agrícolas los precios que hoy se están reflejando en los mercados internacionales”.
El reclamo exportador
El escenario descrito, con el dólar bajando en Uruguay y no alineado al menos en parte al resto del mundo, suele traer el reclamo por la pérdida de competitividad, que lidera el sector exportador. Tras haber mantenido varios intercambios con el BCU ante la caída del billete verde, ahora la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) pidió una reunión a la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, para tratar el tema y manifestar “preocupación”.
La economista de la UEU María Laura Rodríguez dijo a la diaria que “las empresas la cuenta que hacen es ‘tengo costos que aumentan y en muchos casos los precios [a los que venden] no mejoraron, habiendo un dólar más bajo’”. Rodríguez manifestó que si bien el ojo suele ponerse “en el monto global de exportación y el monto general de precios de los commodities”, eso no tiene un correlato con la realidad de la mayoría de las empresas.
Rodríguez sostuvo que el sector tiene “heterogeneidad” de rubros y tamaño, con “muchas pymes exportadoras”. Si del lado agrícola y ganadero se concentran los potenciales ganadores del contexto global, las industrias de productos no alimenticios son las más afectadas. “Muchas exportan a la región, ocupan más mano de obra. Depende de cada empresa si tiene espalda para soportar o no algo coyuntural. En oportunidades anteriores, sucedió que terminan cerrando o se van reduciendo”, alertó.
“Pedimos que se vea toda la película. Venimos de años de una situación complicada en materia de competitividad, decenas de miles de puestos de trabajo perdidos. Así llegó la pandemia, aún estamos tratando de salir y aparece la situación en Ucrania, que desacomoda más los precios. Hay muchas empresas que venían arrastrando esa situación… no se puede tomar un dato global y decir está todo bien”, expresó.
La economista de la UEU advirtió que la suba de tasas por parte del BCU “genera cambios en las expectativas, y los jugadores se mueven en función de ello”, y señaló a “este componente local” como parte de las causas detrás de que la cotización del dólar caiga.
El dólar y las AFAP
Santiago Hernández, como gerente de Inversión de una AFAP, forma parte de un sector clave dentro del mercado cambiario y financiero local, ya que los fondos previsionales son actores de peso y, con el movimiento en sus inversiones, impactan en la cotización. El analista explicó que las AFAP usan el dólar con tres funciones: “como unidad de transacción”, por ejemplo, para comprar o vender bonos en mercados internacionales; “como moneda funcional de activos o proyectos cuyas fuentes de ingreso están denominados en dólares”, por ejemplo, inversiones forestales o inmobiliarias; y “como reserva de valor en períodos de mucha aversión al riesgo”. Asimismo, existe un tope legal de activos en moneda extranjera para estas empresas, que es 35% para el subfondo que tiene los ahorros de los afiliados menores de 55 años y 15% para el subfondo con el dinero de los mayores de 55 años.
Hernández repasó que los movimientos a la baja del dólar no llevaron a grandes cambios en los portafolios de las AFAP: “Desde inicios de año, hubo un descenso muy marginal de la posición relativa en dólares dentro de los portafolios y en términos absolutos cayeron en el equivalente a 22 millones de dólares, sobre un total de 19.000 millones de dólares”. Hernández analizó que “se ha mantenido una posición estable en dólares en lo que va del año y esta está muy cercana a la posición estructural que tienen los fondos de ahorro previsional”.

Brasil – Entrevista a Ricardo Antunes, profesor de Sociología del Trabajo en la Universidad Estadual de Campinas
«Nadie sabe qué va a pasar con las Fuerzas Armadas»
Mario Hernandez.- Buenas noches, Ricardo. Tengo entendido que está Antonino Infranca por Brasil.
Ricardo Antunes.- Sí, debe estar llegando hoy por la noche.
Mario Hernandez.- Bien, dale un fuerte abrazo de mi parte.
Ricardo Antunes.- Yo no sé si me lo voy a encontrar, porque el próximo sábado voy a estar en España por una semana, en Galicia. Voy a estar presentando un libro El privilegio de la servidumbre. Voy a participar de un Congreso de filosofía en Pontevedra. No sé si me voy a encontrar con Antonino.
Mario Hernandez.- Bien, el pasado fin de semana hubo movilizaciones contra Bolsonaro en varios puntos de Brasil.
Ricardo Antunes.- Mira Mario, la situación de Brasil es bastante complicada. Yo diría que la manifestación no fue grande, más bien fueron manifestaciones pequeñas y localizadas. ¿Por qué? Porque hay una situación complicada. Por un lado, Bolsonaro consiguió recuperar un poco de apoyo porque Moro probablemente no será candidato, está todo poco definido. Los votos por Moro son de los conservadores de la derecha y de la extrema derecha.
La situación de la movilización es complicada, porque hay debate en el PT, y estas movilizaciones no consiguieron hacer una organización más amplia. Yo pienso que ahora vamos a entrar en una situación de empate electoral.
Las movilizaciones del PT, por un lado, están en debate porque Lula está arreglando con un vicepresidente que es muy conservador del PSDB, Gerardo Alckmin. Esto a su vez generó el descontento de otros partidos. En el PSOL del total el 55% apoya a Lula, pero el 45% aproximadamente, que es menor, pero no es pequeña, veía la posibilidad de contar con un candidato socialista y anticapitalista en el primer turno. Los sectores conservadores de PSDB dicen que Lula debe moderar su discurso, y vos sabés que el discurso de Lula es un discurso moderado…
Mario Hernandez.- Así es.
Ricardo Antunes.- Habló recientemente de la cuestión del aborto y fue suficiente para generar una manifestación. Lula se equilibra en el centro, Bolsonaro intenta ampliar un poco para, por lo menos, llevar una batalla en el segundo turno. Lo más grave es que hay una clara política que Bolsonaro repite siempre que habla sobre esto, que no va a aceptar los resultados de la elección. Que significa que se está preparando para hacer un golpe parecido al de Trump en el Capitolio en EE UU. ¿Lo recuerdas? En el momento que se conoció la victoria de Biden, fue tomado.
Entonces el clima de este momento del país es difícil de explicar, además de la manifestación hay muchas personas en la calle resultado de una pandemia que fue terrible, pero no hay un polo social de izquierda que pueda organizar una manifestación en este momento. Estamos en una situación de espera.
Mario Hernandez.- Se me ocurre preguntarte, ¿qué análisis hacés con respecto a la actitud del Ejército brasileño frente a las próximas elecciones?
Ricardo Antunes.- Los primeros escenarios son muy malos. Hace pocos días los tres jefes de las Fuerzas Armadas, del Ejército, de la Marina y de la Aeronáutica declararon en conjunto con el ministro de la Defensa, que es un militar, el Gral. Braga. La nota era una apología a la dictadura militar, que la dictadura militar era la democracia, el respeto a los Derechos Humanos. O sea, mínimamente es preocupante, porque en este momento lo correcto sería que los militares no hicieran ninguna declaración tan pro dictadura como esta.
Hay una cosa que Bolsonaro hizo desde su primer día en el gobierno, le dio mucha plata y muchos recursos al Ejército y a la Policía y los une con el Parlamento. Hace unos días salió la noticia de que las Fuerzas Armadas brasileras compraron más de 35.000 viagras para los soldados. ¿Vos te imaginás al Ejército argentino comprando viagras? Es una cosa casi jocosa, pero la verdad es que las Fuerzas Armadas están recibiendo recursos para equiparse de armas, para tener una provisión pública separada.
Millones de militares hoy tienen altos salarios de la burocracia estatal. Además del salario como Coronel o General del Ejército, va a trabajar en el Estado cobrando más de una actividad. Hay algo que hace Bolsonaro dualmente, por un lado, plata para los militares, por el otro intenta conseguir la manutención de un bolsonarismo y las milicias policiales que son muy grandes en Brasil.
Brasil tiene algo diferente a ustedes, acá existe el Ejército, la Marina y la Aeronáutica que son las Fuerzas Armadas nacionales y después están las Policías militares estatales que serían provinciales. Está también la Policía civil estatal y provincial. Y claro, juntando a todos es un contingente muy amplio.
Por fin, Bolsonaro liberó las armas que entran a Brasil para los grupos de narcotráfico, pero también para las milicias. Pero, ¿qué son las milicias? Son grupos fascistas de bolsonaristas que se están armando.
La situación de Brasil es complicada e imprevisible. Ya había hablado con vos anteriormente de esto, y ahora es inclusive más imprevisible porque una provocación, una actitud puede llevar a una sublevación.
¿Cuál es la diferencia de la Fuerza Armada brasileña de la norteamericana? Las norteamericanas no aceptaron el levantamiento de Trump, dijeron que no, que las Fuerzas Armadas son para mantener la paz con el mundo o la guerra, pero para el exterior. El Ejército brasileño tiene un historial de golpes a lo largo de toda la República de Brasil. La propia proclamación de la República de 1879 fue un golpe militar. Antes del golpe militar de 1964 hubo algunas tentativas de golpes militares.
Entonces, la situación es muy preocupante. No hay ni una señal de que las Fuerzas Armadas sean apolíticas. Muchos de sus núcleos son bolsonaristas, y lo son por intereses ideológicos, son conservadores de derecha, y por odio al PT.
¿Por qué le tienen odio al PT? Fundamentalmente por la Comisión de la Verdad, nada más. Porque Lula le dio mucho dinero a los militares durante su gobierno, tal vez más que Bolsonaro. Pero con el gobierno de Dilma Rousseff fue creada la Comisión de la Verdad que no condenó a ningún militar, pero llegó a la decisión de que los altos comandos militares fueron partícipes de los asesinatos y de las torturas durante la dictadura.
Sin embargo, al contrario de lo que pasó en la Argentina, que muchos de los presidentes militares fueron condenados, acá ningún ex presidente, ni ministros, ni nadie fue condenado, solo fue una reprobación moral. Eso fue suficiente para que el Ejército y la Marina dijeran que no quieren más al PT.
Bolsonaro aprovecha esta situación, les da plata y hace un discurso conservador y militarista. La situación no es simple. ¿Qué se puede hacer? Si Lula consigue tener una victoria, digamos expresiva, con un 45% o 48% en el primer turno es algo positivo, pero no es garantía. Si Lula llega a conseguir el 51% de los votos válidos en el primer turno crearía una situación que sería un baño de sangre. Una represión violenta que se está dispuesta a hacer.
Hay un problema también, hay muchos núcleos bolsonaristas dentro del Ejército, pero hay otros, que no son mayoría, que son más profesionales y menos abiertamente políticos. Es una incógnita, nadie sabe que va a pasar con las Fuerzas Armadas.
Mario Hernandez.- Esto que has desarrollado, amerita seguir de cerca la situación de Brasil. Lo digo porque hay cierto exitismo dentro de las fuerzas progresistas latinoamericanas que dan como ganador a Lula en la primera vuelta.
Ricardo Antunes.- Hoy esa posibilidad es pequeña.
Mario Hernandez.- Seguiremos de cerca la situación de Brasil. Espero que tengas un buen viaje a España. Cuando regreses te comprometo porque quiero dialogar contigo sobre lo que veas en España. Una situación social, política y económica difícil también, como consecuencia, entre otras cosas, de la guerra en Ucrania. Con grandes conflictos vinculados al problema de la energía, al costo del petróleo y a la inflación. Seguramente en esa semanita que vas a estar por allí podrás recabar alguna información y transmitirla a nuestros oyentes.
Ricardo Antunes.- Seguro. Y hablamos en más de 10 o 12 días. Yo vuelvo la última semana de abril y podemos pensar si hay alguna cosa que se pueda hablar. ¿Está bien?
Mario Hernandez.- Como no, Ricardo. Un abrazo y buen viaje.
Ricardo Antunes.- Muchas gracias a usted y a todos los que nos acompañan en esta actividad.
Michael Roberts
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas dio al actual presidente Emmanuel Macron un segundo mandato. Macron ganó con el 58,5% de los votos frente a la opositora, Marine Le Pen, de la Agrupación Nacional nacionalista de derecha, que obtuvo el 41,5%. Suena bien, pero la participación electoral del 72% fue la más baja desde 1969. Además, a Le Pen le fue mejor que en 2017, lo que demuestra que las políticas neoliberales de Macron de recortar las pensiones, reducir el servicio de salud y “liberalizar” el mercado laboral no han sido bien recibidas por un cuerpo considerable del electorado. En la primera ronda, Macon captó sólo al 28% de los votantes, o alrededor del 21% de los habilitados para votar, mientras que Le Pen obtuvo el 23%. El candidato de izquierda Jean-Luc Melenchon obtuvo el 22% de los votos y estuvo a punto de llegar a la segunda vuelta, a pesar de que los ecologistas y otros candidatos socialistas dividieron la votación.
Básicamente, Francia está dividida políticamente en tres partes. Un tercio respalda una Francia pro-UE y pro-capitalista representada por Macron; un tercio respalda una Francia nacionalista, anti-UE ‘Frexit’ y anti-inmigración representada por Le Pen; y un tercio respalda una Francia socialista pro laborista representada por Melenchon. Es probable que esta fragmentación se exponga aún más en las próximas elecciones parlamentarias. Es posible que el partido de Macron pierda su mayoría en la Asamblea Nacional y Macron tenga que nombrar un primer ministro y un gabinete que se opongan a sus políticas, una mayor fragmentación de la política francesa en un momento en que Francia está asumiendo un puesto de alto nivel en Política de la UE sobre el conflicto de Ucrania y las sanciones contra Rusia.
Francia es una economía clave del G7, la quinta más grande del mundo y representa alrededor de una quinta parte del PIB de la zona del euro. En el sector manufacturero, Francia es uno de los líderes mundiales en los sectores de la automoción, aeroespacial y ferroviario, así como en el de la cosmética y los artículos de lujo. Tiene una mano de obra altamente educada y el mayor número de licenciados en ciencias por cada mil trabajadores en Europa. Su sector de servicios es grande, liderado por el turismo y los servicios financieros. Además, Francia es uno de los mayores exportadores de productos agrícolas y agrícolas del mundo y es famosa por sus vinos, licores y quesos. El gobierno francés otorga importantes subsidios a este sector y Francia es el mayor exportador de productos agrícolas de Europa. Francia está estrechamente vinculada a su principal socio comercial, Alemania,
Tras el fracaso del intento del gobierno de Mitterrand de mantener las políticas keynesianas frente a la recesión mundial de principios de la década de 1980, los sucesivos gobiernos han aplicado políticas neoliberales de privatización, recortes fiscales y sociales para impulsar la rentabilidad, a pesar de la oposición de los movimientos de la clase trabajadora. y los sindicatos. Los gobiernos privatizaron parcial o totalmente muchas industrias nacionales, incluidas Air France, France Telecom y Renault, y hoy, los líderes de Francia siguen comprometidos con el capitalismo. Sin embargo, el gobierno francés aún juega un papel en ciertos sectores nacionales clave, como la agricultura, e intervendrá en el mercado para sostener ciertos ‘intereses nacionales’. Por ejemplo, las empresas de energía son de propiedad pública y, dado que los precios del petróleo y el gas aumentan, se les indicó que mantuvieran los aumentos de precios en sólo un 4% este año,
En los últimos años, Francia, al igual que muchas naciones europeas, ha experimentado un estancamiento del crecimiento. El PIB real de Francia se mantuvo casi sin cambios desde 2011 hasta 2019, justo antes de COVID y la tasa de desempleo sigue siendo alta. La economía francesa se desempeñó mejor de lo esperado después de los efectos calamitosos de la crisis de Covid, con un crecimiento del 6% en 2021, más alto que el de Alemania, Italia y España. El desempleo bajó al 7,4 % en el cuarto trimestre de 2021, su tasa más baja desde 2008. Pero la desaceleración del crecimiento mundial y la guerra en Ucrania generarán una recuperación mucho más débil este año.

Al igual que otras economías del G7, la economía francesa sufre la ruptura de la cadena de suministro global, el aumento de los precios de la energía y los alimentos y la guerra de Ucrania. El FMI pronostica un crecimiento real del PIB este año de sólo 2,9% y solo 1,4% el próximo año. Durante esos dos años, se espera que sólo Italia crezca más lentamente en el G7.

De hecho, la economía capitalista francesa ha seguido el mismo patrón que las otras economías del G7 en el siglo XXI: desaceleración del crecimiento económico, luego la Gran Recesión, seguida de un crecimiento y una inversión aún más débiles,…

… y el estancamiento de la productividad.

Como siempre, detrás de este relativo estancamiento se encuentra la caída de la rentabilidad del capital. La rentabilidad del capital francés alcanzó su punto máximo a principios del siglo XXI y ha tenido una tendencia a la baja desde entonces. Hubo una fuerte caída en la Gran Recesión y ninguna recuperación en la última década, que culminó en otra fuerte caída en la caída de COVID 2020.



Los sucesivos gobiernos, ya sean de centro-izquierda o de centro-derecha, no han logrado generar una mayor prosperidad, pleno empleo y una reducción de la desigualdad. A medida que la economía capitalista global se deteriora, con la creciente perspectiva de una nueva recesión, un gobierno de Macron no cambiará nada, excepto probablemente para peor.*
Fuente: Blog de Michael Roberts
Las cárceles secretas de Erdogan en Siria

(Crédito de la foto: Khalil Ashawi/Reuters)
The Jerusalem Post – Jonathan Spyer – 14 abril 2022 – Actualizado: 15 abril 2022 – Traducido por Rojava Azadi Madrid
DETRÁS DE LAS LÍNEAS [DEL FRENTE MILITAR]: Sin que se presentaran cargos contra ella ni se iniciara un proceso judicial, Nadia fue encarcelada en una serie de prisiones no oficiales en el noroeste de Siria.
Nadia Hassan Suleiman recuerda bien el día en que fue detenida. Fue en la ciudad de Afrin, al noroeste de Siria, en junio de 2018. Su marido, Ahmed Rashid, había desaparecido dos meses antes. Ella había recibido un mensaje de voz de él. Los hombres que se detuvieron en un coche junto a ella dijeron que tenían el detalle de llevarla a visitar a su marido. En cambio, Nadia, ciudadana siria procedente de Afrin, fue detenida. Había comenzado una pesadilla de dos años.
Sin que se presentaran cargos contra ella ni se iniciara un proceso judicial, Nadia fue encarcelada en una serie de prisiones no oficiales en el noroeste de Siria. Durante cuatro meses estuvo retenida en una instalación que, según ella, está a cargo de la Inteligencia Militar turca, y fue interrogada por agentes que hablaban turco.
Después, como parte de un grupo de otras 11 mujeres, igualmente detenidas sin cargos, fue trasladada a una cárcel de la División Hamzat, islamista suní y apoyada por Turquía. En los frecuentes interrogatorios a los que fue sometida, Nadia fue acusada de asociación con el régimen de Assad y el PKK kurdo.
A lo largo de su cautiverio, Nadia fue torturada repetidamente y, en varias ocasiones, violada. Como ella misma describe en su testimonio grabado «Cada una de las detenidas fue sometida a diversas formas de tortura y violación. Las torturas eran diarias, individuales o colectivas, y nos violaban repetidamente. Nos daban pastillas narcóticas y a veces nos echaban agua fría a todas en el duro frío del invierno. Ni siquiera los niños pequeños estaban exentos de la tortura».
Liberada después de dos años, Nadia consiguió, con la ayuda de contrabandistas, escapar de la zona de Siria controlada por Turquía. Nunca volvió a saber de su marido, y ahora cree que está muerto.

La historia de NADIA HASSAN Suleiman es sólo una de muchas. Están apareciendo pruebas de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos llevadas a cabo por las milicias islamistas apoyadas por Turquía en el noroeste de Siria.
Los testimonios de los supervivientes revelan una pauta de encarcelamientos ilegales sin proceso judicial ni supervisión, así como graves abusos contra los detenidos, incluidos abusos sexuales, violaciones, torturas y casos de asesinato.
Un dossier recibido por este autor, y que actualmente también está en manos del Departamento de Estado de Estados Unidos, contiene amplios testimonios y pruebas detalladas. El dossier fue recopilado por activistas sirios no afiliados a ningún organismo político. Los expertos sirios independientes que han examinado las pruebas las consideran creíbles.
Según dos organismos de derechos humanos, el Centro de Documentación de Violaciones y el Proyecto Zaytouna, 8.590 personas han sido retenidas en este sistema de prisiones fuera de la red desde 2018. De ellas, 1.500 han desaparecido por completo, sin dejar constancia.
Para entender lo que está pasando, es necesario un poco de antecedentes. En enero de 2018, en la irónicamente llamada Operación Rama de Olivo, las fuerzas armadas turcas destruyeron el cantón de Afrin, controlado por los kurdos, en el noroeste de Siria.
En estrecha colaboración con las milicias islamistas suníes aliadas de Ankara, Turquía tomó el control de la zona. Unos 300.000 residentes, principalmente kurdos y yazidíes, huyeron a otras partes de Siria.
Desde entonces, el autodenominado «Gobierno Provisional Sirio», con sede en Turquía y apoyado por Ankara, es la autoridad gobernante ostensible en esta zona. El control diario está en manos de las milicias islamistas que conforman el llamado «Ejército Nacional Sirio».
La verdadera potencia que apoya y entrena a estas milicias y mantiene el control final en la zona es Turquía. El sistema penitenciario no oficial en el que estuvo encarcelada Nadia Suleiman es producto de este acuerdo.
Los nombres y las ubicaciones de los lugares de encarcelamiento que componen esta red de centros de reclusión no declarados son conocidos y pueden verificarse. La red se extiende desde Idlib y Afrin en el oeste, pasando por Azaz, Marea y al-Rai, hasta Jarabulus y al-Bab en el este.
Las instalaciones que forman parte de este archipiélago incluyen la prisión de la oficina de seguridad de la División Hamzah del SNA, en Afrin; la prisión de Mazraa, en el distrito de Maarata de Afrin, en manos de la Brigada Al-Ghab de la División Hamza; el campo de prisioneros de Kafr Jannah, controlado por la Jabha al-Shamiya (Frente de Levante); la prisión de la oficina de seguridad del Frente de Levante, en la zona de Souq al-Hal en Afrin; la prisión de al-Barad, bajo el control de la «Tanzim al-Ustaz» (más información sobre esta organización más adelante); la prisión de al-Masara, en la zona de al-Ra’I, controlada por la División Sultán Murad de Turkmenistán -de la que nunca se ha liberado a ningún detenido- y la prisión de la oficina de seguridad de la División al-Mutasim, en la zona de Marea.
En estos lugares, ciudadanos sirios como Nadia Hassan Suleiman son encarcelados durante largos periodos sin ningún tipo de supervisión legal. Las condiciones, descritas al autor por antiguos detenidos, son extremadamente primitivas. Los prisioneros son mantenidos en celdas llenas de suciedad, sin acceso a la luz natural.
La tortura mediante descargas eléctricas, la inanición sistemática y las palizas se aplican a todos. Los abusos sexuales contra los detenidos, tanto hombres como mujeres, son habituales. El autor ha visto pruebas fotográficas de estas condiciones, tomadas con gran riesgo por los detenidos.
¿QUIÉN es el responsable de este sistema? ¿Cuál es la estructura general de mando? Según el testimonio de «Yusuf», un reciente desertor de las milicias, existe un órgano central de coordinación de las distintas estructuras de seguridad que mantienen estas instalaciones. Se conoce como «Tanzim al-Ustaz» (Organización del maestro/profesor), o más formalmente como «Mukhabarat al-Sari» (Inteligencia secreta).
Esta estructura es responsable de la coordinación, supervisión y gestión generales de la red de prisiones secretas descrita anteriormente. Es la autoridad suprema de los diversos equipos de seguridad e inteligencia que mantienen las facciones.
El individuo que se encuentra en la cúspide de esta estructura, el «profesor» del título de la organización, es Kamal Ghazwan Kamal, también conocido como Abu al-Hassan, iraquí de nacimiento, con esposa turca. Ex alto cargo de seguridad del ISIS en Mosul, Kamal fue detenido por las autoridades turcas en 2017.
A continuación, colaboró en la aprehensión y detención de miembros del ISIS y entabló relaciones con altos cargos de la oposición siria vinculada a Turquía. Como resultado de esta colaboración, surgió como una figura de confianza con habilidades aparentemente relevantes.
Actualmente no hay ninguna investigación oficial en curso sobre alguna de estas acusaciones. Las milicias islamistas que controlan el terreno en esta zona hacen imposible la realización normal de una investigación periodística o de otro tipo.
Pero el noroeste de Siria no es un territorio abandonado. Por el contrario, está bajo el control de facto de Turquía, un Estado miembro de la OTAN en buena posición. Existen pruebas sólidas que sugieren que se están cometiendo crímenes terribles, como los infligidos a Nadia Hassan Suleiman, de forma sistemática y continua en el noroeste de Siria controlado por Turquía. Es necesario presionar, y pronto, para que se investiguen estas múltiples acusaciones.