Estudio sobre los quipus incas: un complejo sistema de escritura aún por descifrar
Alma Hidalgo: el poder de comunicarnos con las plantas
Exposición. Celebran los orígenes del activismo LGBTI+ en Uruguay
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Estudio sobre los quipus incas: un complejo sistema de escritura aún por descifrar
Los arqueólogos han descubierto una colección de ‘quipus’, sistema de cuerdas y nudos de diferentes colores que utilizaban los incas para registrar diversos asuntos y enviar mensajes en las épocas precolonial y postcolonial en Perú, y están estudiando su posible relación con una invasión inca del sur de Perú que tuvo lugar a finales del siglo XV.
Los científicos no han conseguido hasta ahora descifrar el significado del ‘quipu’, pero sospechan que los que se encontraron en el año 2014 en un edificio para almacenar alimentos entre las ruinas de Incahuasi, a unas 100 millas (161 kilómetros) al sur de Lima, registraban el abastecimiento de provisiones para las tropas que se estaban concentrando en esa zona para subyugar la región del sur. Incahuasi se convirtió en un centro administrativo inca en los años posteriores a esta invasión.
Los investigadores tienen la esperanza de que el quipu relativamente sencillo hallado en Incahuasi pueda ayudarles a descifrar otros más complejos procedentes de otros lugares del Imperio Inca, y que posiblemente registraran información legal, administrativa, de calendario e incluso histórica. Los quipus, la mayor parte de los cuales datan de entre el 1400 y el 1532, han sido descritos como un código binario tridimensional. Los españoles destruyeron la mayor parte de los quipus, pero aún se conservan 870 en museos y colecciones privadas.
Mapa del Imperio Inca: nótese la gran franja de color verde al sur, región que invadieron los incas a finales del siglo XV. (Public Domain)
Gary Urton, experto en quipus, ha declarado al New York Times: “Podemos fijarnos en cómo el quipu chile difiere de los quipus cacahuete y maíz en aspectos como el color y otras características, y podemos construir una especie de vocabulario de signos dependiendo del significado que se daba a esto o aquello en su mundo.” Mediante el Khipu Database Project, (Proyecto para una Base de Datos del Quipu), Urton está analizando la colección de quipus junto con el arqueólogo Alejandro Chu, director de las excavaciones de Incahuasi.
Los quipus duplicados descubiertos en Incahuasi también confirman una observación realizada por el cronista español del siglo XVII Garcilaso de la Vega, que escribió:
Con ser los quipucamayus tan fieles y legales como hemos dicho, habían de ser en cada pueblo conforme a los vecinos de él, que por muy pequeño que fuese el pueblo, había de haber cuatro, y de allí arriba, hasta veinte y treinta, y todos tenían unos mismos registros, aunque por ser los registros todos unos mismos, bastaba que hubiera un contador o escribano, querían los incas que hubiese muchos en cada pueblo, y en cada facultad, por excusar la falsedad, que podía haber entre los pocos, y decían que habiendo muchos, habían de ser todos en la maldad o ninguno.
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El New York Times informa de que en el transcurso de las excavaciones realizadas en Incahuasi se han hallado duplicados de conjuntos de quipus atados juntos. Los investigadores creen que los incas confeccionaban estos duplicados para “conservar los libros” de forma más precisa.
Los quipus de Incahuasi posiblemente registraran diferentes alimentos por colores, nudos u otros elementos. Por ejemplo, el maíz, el chile, los cacahuetes y los frijoles tendrían todos diferentes signos, y los investigadores tienen intención de compararlos con una amplia base de datos de otros quipus para comprobar si realmente era así.
Un complejo quipu de varios colores. (CC BY SA 3.0)
El ‘quipu’ consta de hasta 2.000 cordeles, a menudo de lana de llama o alpaca, colgando de una cuerda principal. La posición de los nudos y los diferentes giros y coloraciones de los cordeles están dispuestos en un sistema de base 10. Un solo quipu puede registrar y mostrar hasta 1.500 unidades de información, según leemos en la revista Asian Scientist. Si lo comparamos con otros sistemas, la capacidad de los jeroglíficos egipcios permite registrar hasta 800 bits de información, y la escritura cuneiforme menos de 1.500.
Documento de una ofrenda de animales a diversos dioses en escritura cuneiforme sumeria; al parecer los quipu contienen más bits de información que los jeroglíficos egipcios y la escritura cuneiforme. (Rama/CC BY SA 2.0)
Según Alejandro Chu, en informaciones aparecidas en el New York Times, las crónicas de los colonizadores españoles hablan de disputas sobre tierras en las que los incas llevaban quipus al tribunal y los utilizaban para justificar sus reclamaciones acerca de la propiedad del terreno. Los escribas leían el quipu y los funcionarios de tribunal registraban la información, tanto en la época precolombina como en la colonial.
Escriba con un quipu. (Public Domain)
La revista Asian Scientist también informa de que los investigadores siempre se han preguntado por qué los avanzados incas no disponían de un sistema de escritura: un enigma al que se refieren como “la Paradoja Inca.” Los estudiosos pensaban hasta ahora que el quipu se empleaba meramente para contabilidad y censos. Pero análisis más recientes han llevado a los investigadores a la conclusión de que el quipu podía ser una forma de escritura.
Cordeles de un ‘quipu’ expuesto en un museo de Lima. (Public Domain)
“Sin duda, los documentos históricos españoles indican que los nativos consideraban que los quipu eran narraciones,” leemos en el Asian Scientist. “Una crónica describe un encuentro entre viajeros españoles y un anciano, que afirmaba que el quipu que llevaba consigo contenía un registro de todo lo que habían hecho los conquistadores, ‘tanto lo bueno como lo malo.’ Los españoles quemaron el quipu y castigaron al hombre. En otra crónica, un sacerdote jesuita habla de una mujer que utilizó un quipu para escribir una confesión de su vida entera.”
Imagen de portada: Quipu inca del Museo Larco, Lima, Perú. Fuente: Claus Ableiter/CC BY SA 3.0
Autor: Mark Miller
Traducción: Rafa García
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net
Fuente: https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia
Alma Hidalgo: el poder de comunicarnos con las plantas
Hoy Alma se encuentra en México, un nuevo viaje donde pasará una temporada para “aprender más acerca de la medicina de la tierra y los sagrados elementos en la cosmovisión mexicana“, dice. Endémico web habló con ella sobre cómo las plantas nos entregan su medicina para conectar con la naturaleza y entender que somos parte de ella. Sanar implica, entonces, volver a la unidad, reconocernos como seres pertenecientes a la Tierra.
Alma Hidalgo es la creadora del proyecto Alquimia Ritual, donde comparte junto a otros talleristas cursos sobre herbolaria holística de forma online y presencial. © Alquimia Ritual.
Endémico web: ¿Qué es Alquimia Ritual? ¿Cómo surge tu proyecto? ¿Qué es lo que busca o cuáles son sus objetivos?
Alma: Alquimia Ritual nace de las ganas por compartir acerca de plantas. Durante la cuarentena me pude dedicar 24/7 al tema, allí empezó todo. Empecé trabajando con la energía de las plantas, más que con el componente medicinal propiamente tal. Mi intención es trabajar ese diálogo con las plantas. Las plantas son una medicina re-amplia, conocer una planta ya es un montón. Por eso invité a más talleristas, a herbalista especializados en otras ramas de la herbolaria y medicina ancestral y también a personas que tienen otros saberes, como la ayurveda, la medicina china o la cosmética natural. Existen muchas formas de trabajar con las plantas.
Si tú me preguntas cuál es mi misión, diría que es ayudar a las personas para que ellos mismos descubran esa capacidad de volver a sentir y a saber de manera directa lo que nos dicen las plantas y la naturaleza. Muchas veces las personas buscan maestros, y sí, es una chance, pero si tú no te ayudas, si no despiertas y conectas, no sanará nada. Al final lo importante es reconocerte en las plantas, reconocerte en la naturaleza y así vas a sanar, si yo me echo en una camilla y que me hagan reiki me van a acomodar un rato, pero lo importante es aprender a sanarte tú.

¿Dónde surge el vínculo que tienes con las plantas? ¿Tienen algo que ver los viajes? ¿Con qué saberes te has encontrado en estos?
Antes de entrar en la medicina y lo holístico, antes de tener más conciencia, yo ya me sentía muy conectada con las plantas, con la belleza. Creo que no hay nada de superficial en admitir que vivimos en un planeta muy hermoso. Esto es parte de una recuperación, maravillarse de lo que tenemos en cada oportunidad lleva también a reconectar y a reconocer esa magia. Primero recorrí los bosques, el mar, los lagos, iba disfrutando todo. En cada lugar, siempre preguntaba sobre las plantas, cómo funcionan, siempre muy curiosa. Generalmente preguntaba a los guardaparques, a personas locales, hijas de curanderas, y conocedores de las plantas de su territorio. Con el tiempo empecé a secar plantas, a almacenarlas correctamente, a averiguar sus usos medicinales. Luego me dediqué a preparar tinturas madre, aceites, óleo macerados, pero lo mío va más por el lado de conexión espiritual y energética con las plantas. Ese siempre fue mi deseo desde un inicio, poder comunicarme con ellas.
Mientras vivía en Colombia, el año pasado, decidí hacer un recorrido por Latinoamérica. Es un viaje en el que voy a aprender y enseñar. El plan es ir yendo hacia el sur, es un viaje largo. Pienso que para aprender algo siempre necesitas tiempo y observar el camino. Así, el 2021 llegué a Guatemala, al lago de Atitlán, donde estuve seis meses. Allí hay diferentes grupos mayas, fue una experiencia muy linda y profunda. Las nanas y los tatas trabajan mucho con los nahuales –las fuerzas cósmicas– con la ceremonia del fuego, y el cacao, que es bien distinto de lo que solemos imaginarnos. En los lugares tropicales está muy presente esta medicina, una de las tantas plantas de las que hemos estado muy desconectados. Esta desconexión es parte del dominio, de la colonización. Sin embargo, el cacao es la medicina del corazón y realmente ayuda a conectar, dependiendo de lo que tengas que trabajar. Por ejemplo, algunos toman cacao y los alivia realmente, sienten mucho amor y los miedos bajan; pero a veces el corazón nos cuesta porque tenemos miedo de amar, de abrirnos, entonces ahí puede saber súper amargo y cuesta mucho tomarlo.
Mucha gente se interesa en las propiedades de la planta y la toman como si fuera una pastilla. Cuando uno trabaja una planta tienes que hacerlo considerando el espíritu y conciencia tuya y de la planta.
En tu IG te describes como herbolaria holística ¿en qué consiste esto? ¿Qué tradiciones se cruzan? ¿Cuáles son tus influencias?
Para mí todos traemos mucha información, experiencias y conocimientos, y siempre hay que tener en cuenta eso. No se puede perpetuar un uso aislado de las plantas. Mucha gente se interesa en las propiedades de la planta y la toman como si fuera una pastilla. Cuando uno trabaja una planta tienes que hacerlo considerando el espíritu y conciencia tuya y de la planta. Como es tu energía y tu conocimiento y aplicar el aprendizaje en tu relación con el vegetal. Esto nunca debería ser separado. A medida que vas ganando herramientas, vas aplicando y complementando, por ejemplo con reiki, o si trabajas con cristales, o con el fuego, porque todos los elementos acompañan. Entonces cuando haces una preparación o infusión te preocupas de usar agua que tenga una buena vibración. Todos esos caminos o conocimientos que tu ya tienes, todas esas herramientas se aplican a la preparación de las plantas, a eso es a lo que me refiero con lo holístico.
Entonces el resultado será una medicina mucho más poderosa. Ahora, por ejemplo, soplé un poquito de rapé para que no hablara solo yo, sino las plantas, la medicina y los ancestros a través de mi, para poder hablar más bonito y lo necesario. La medicina potente hace la chamba, hace el trabajo. Todas las medicinas hacen su trabajo igual, pero si le pones un rezo, una intención, te puedo asegurar que es muy distinto.
En ese sentido, ¿consideras que la intuición es importante o es una forma de conocimiento también?
La intuición es una forma de llamarle, otros le dicen tu maestro interno o tu espíritu. En realidad es bien amplio. Pero la intuición es siempre esa conexión con lo otro. La intuición es lo que está oculto, pero que es una percepción que va más allá. Al final todo te está hablando: tus guías, tus ángeles, tus ancestros, los elementos, la montaña, los lagos, las plantas, los guardianes de esos lugares. Entonces es importante hacer ejercicios que te permitan conectar para hacer crecer tu energía.
El sistema en el que vivimos desgasta nuestra energía, cuando mengua la energía menos capacidad tenemos para sentir lo que nos rodea. Es lógico, supongamos que no comes bien y estás toda débil, lo más probable es que no vas a poder chambear, no vas a poder hacer bien tu trabajo, no te vas a poder concentrar. Puedes ganar energía de muchas maneras, con yoga, reiki, oraciones, viajes, recargas en la naturaleza, etc. Cuando te recargas empiezas a ganar, a recuperar. Cuando te recuperas creces y tienes más posibilidades de conectar.
Por otro lado, ¿qué piensas sobre los saberes occidentales, la medicina alópata, por ejemplo?
El desarrollo intelectual es bueno y necesario, pero también tenemos nuestro otro lado que ha estado muy abandonado de ese conocimiento directo del mundo. Hay muchos intermediarios: el libro, el curso, el guía, etc. Pero también hay que ocuparse de nuestro propio saber. Por otra parte, el conocimiento científico es importante, saber las dosis por ejemplo, porque las plantas tienen activos que pueden ser fuertes o tóxicos en cantidades elevadas. Entonces, sí, hay que estudiar y ser responsables. Si bien, no es mi especialidad la parte médica, es la que más me cuesta. Igual está todo relacionado. Lo físico, lo energético, lo espiritual al final son divisiones que hacemos nosotros para comprender mejor. Es importante estudiar, formarse, ver como funciona una planta porque todas son distintas y como decía Paracelso “en la dosis está el veneno”. Aunque a veces en esa toxicidad hay mucha ayuda, precisamente por su carácter fuerte pueden ayudar a sanar muchas cosas. Para eso es que hay que profundizar en cada planta.

Si tuvieras que elegir una planta maestra o guía ¿cuál elegirías y por qué?
Es complicado, para mí todas son maestras. Las plantas pueden darte muchas más cosas que exceden la medicina. Por ejemplo, tú puedes tener un problema familiar, de pareja, en el trabajo, algo que no tiene que ver directamente con las plantas, sin embargo, ellas te pueden decir algo. Últimamente diría que tengo mucha conexión con los árboles. Yo estaba muy desconectada con mis raíces, de mi tierra y mis ancestros, como te contaba salí de mi casa muy pronto porque estaba escapando. Tengo miedo a la pérdida de libertad, por ahí hice una asociación que mis raíces me quitaban libertad. Con esa inquietud me acerqué a los árboles, fui a Tepoztlán, un sitio arqueológico a una hora y media del DF. Había un árbol maravilloso. Entonces se me ocurrió hablarle: “estás aquí, no te puedes mover”. Y él me explicó y me dijo “mira, aquí hay mucho movimiento, hay muchos mundos, llegan aves, ardillas, mariposas, por abajo hay agua, tierra y conexiones con otras raíces, somos los maestros del enraizamiento”.
Las plantas te enseñan a cantar, a diseñar, a bailar, te pueden enseñar muchas cosas. Hace poco en una comunicación con el diente de león, esta planta me dijo que ella es una gran desintoxicadora, pero me dijo que esa purificación lo que hace a nivel más profundo es traernos claridad, y claridad es algo que necesitamos mucho. Al limpiar te trae comprensión, conexión.

¿Qué ritual o tipo de ceremonia es tu favorita?
Para mi los rituales o ceremonias de agradecimiento son los mejores. También pedir, pero desde la conciencia. En Guatemala, por ejemplo, el cacao lo toman como ofrenda. Esos regalos u ofrendas no son solo para nosotros, primero están los espíritus, allí entra el tabaco, que es un gran purificador, y además un gran comunicador, un mensajero que te conecta con los espíritus, los ancestros, los nahuales. Así como el cacao, el tabaco también es una ofrenda. Cuando las abuelas sacan plantas de la huerta, muchas veces dejan a cambio un poquito de tabaco: dar para recibir. Y en este dar ya hay mucha medicina. Cuando agradeces, con la información que mandas a tus células, estas se expanden. Muchas veces me preguntan por rituales para conseguir pareja y la verdad es muy raro pedir algo desde “el no tener”. Si tú crees que no tienes, ¡pues qué mensaje!
La separación es algo que hemos creado y ahí es cuando enfermamos, es en la unidad cuando volvemos a sanar
Finalmente, ¿Cuál es la relación entre la sanación propia y la sanación de la Tierra?
La medicina la encontramos toda en la tierra y en nosotros, hay que volver a esa unidad. Puede sonar cliché, pero hay que comprender que cuando vamos sanando también va sanando todo, no hay separación. La separación es algo que hemos creado y ahí es cuando enfermamos, es en la unidad cuando volvemos a sanar. La tierra nos sana y en la medida en que sanamos la tierra también está mejor y puede soñar mejor con nosotros. Fijate que cuando estamos enfermos tampoco podemos ver y entender lo que es bueno para nosotros. Por ejemplo, vamos a un lago y decimos que chido esta, lo disfrutamos, lo consumimos y lo destruimos, porque disfrutamos de una manera muy superficial, pero no entendemos que el lago somos nosotros también, entonces hay que cuidarlo como un templo, lo mismo que con nuestro cuerpo.
En el respeto, en el agradecimiento comenzamos a sanar, pero es un camino en el que estamos recuperando. Acá en latinoamérica tenemos la suerte de tener pueblos originarios que todavía resguardan mucha medicina ancestral. La tarea está en nosotros, de acercarnos con respeto, cada vez con más conciencia e ir recuperando. Ahí también está lo holístico. El conocimiento también se actualiza, si bien hay muchos conocimientos que son como una esencia que hay que respetar, también a veces para acercar a otras personas, hay que traducir ese lenguaje y acomodar algunas cositas de esa medicina para que siga expandiéndose, porque va cambiando la energía.
Cada uno tiene una energía específica y por lo tanto cada planta trabaja distinto en cada uno de nosotros. Entonces hay que ver qué planta nos llama, cuales necesitamos, cuales quieren trabajar conmigo, quizás es por temporada, cuál es mi maestra. Es un camino de autoconocimiento.

Conoce más sobre Alquimia Ritual en www.alquimiaritual.com y en su Instagram @alquimiaritual
Dar la cara

Llamale H inauguró la exposición Basta de discriminación: la lucha continúa, que busca poner en perspectiva los logros adquiridos y homenajear a quienes comenzaron el movimiento de la diversidad en nuestro país.
Fue hace 30 años, un domingo gélido en la plaza Libertad. Un pequeño grupo de personas se armó de coraje y puso el cuerpo para pelear por sus derechos como ciudadanos y ciudadanas LGBTI+. Pasadas las 12.45 del martes, en el mismo sitio en el que esa manifestación tuvo lugar, se retiró la bandera de la diversidad que cubría tres paneles fotográficos para dar a conocer un registro de ese momento histórico. Así, el movimiento busca poner su lucha en valor para entender el recorrido que se ha hecho hasta alcanzar ciertas conquistas.
Detrás del evento está el colectivo Llamale H, cuyo buque insignia es su festival de cine sobre diversidad sexual y de género. Su director, Cote Romero, definió el evento que tuvo lugar hace tres décadas como un hito e indicó que, con la muestra, intentó «rescatar los orígenes de ese movimiento, que hoy nuclea a más de 100 mil personas en la Marcha de la Diversidad». Destacó que la muestra permite visibilizar a gente que tuvo la valentía de salir a cara descubierta. «Eso implicaba que, en muchos casos, podían perder su trabajo, tener problemas con su familia o sufrir violencia física», explica. Es que en aquella fecha de 1992 los transeúntes buscaban caminar por la vereda contraria a la que ocupaban los activistas y quienes circulaban cerca pasaban encapuchados porque temían ser vinculados al movimiento.
Una sola foto, dispuesta en el panel central, articula la muestra. En la imagen se ve a un grupo de personas con gruesas camperas y bufandas. En el fondo asoma un puño en alto. Sobre sus cabezas, dos carteles rezan: «Día del orgullo gay» y «Basta de discriminación». La imagen fue capturada por Diana Mines, reconocida fotógrafa y activista. En relación con su figura, Romero marca otro hito cercano en el tiempo. Este 27 de junio se celebraron 25 años de la primera edición de un programa de televisión local en el que participaron una mujer lesbiana y un hombre gay a cara descubierta. Se trató de El reloj, y, además de Mines, participó Fernando Frontán. La aparición le costó a la fotógrafa su trabajo como docente en la Universidad Católica. «Nada era gratis en esa época, menos mostrar la cara, tener una postura política en cuanto a un tema tan candente y controversial como la diversidad sexual y de género», cuenta Romero.
La exposición se complementa con documentos que contextualizan lo que sucedía en la época: un volante que se repartió en la movilización, un extracto del boletín que publicaba el colectivo Homosexuales Unidos, artículos de prensa posteriores al evento. Así se puede entender cómo se presentaba el activismo, cuáles eran sus reclamos y cómo los medios veían el fenómeno. La muestra cierra con un panel en el que puede leerse la solicitud de autorización de lo que sería la primera Marcha de la Diversidad, llevada adelante en 1993.
Romero recuerda que en el momento no se había conseguido una ley de matrimonio igualitario, de adopción, de fertilidad, de cambio de sexo ni de nombre registral para las personas trans. Ahora destaca que se lograron avances en lo jurídico y en las políticas públicas e, incluso, reconoce que ha habido un cambio de mentalidad gracias a la militancia de muchas personas anónimas. Sin embargo, más allá de lo alcanzado, también advierte: «Es importante tener presente que el retroceso está a la vuelta de la esquina». Explica que sobran los ejemplos en la región para entender que se puede volver atrás. En cuanto a nuestro país, también observa retrocesos en el último tiempo y no teme nombrarlos: «El desmantelamiento de políticas públicas, el recorte de presupuesto de varios programas sociales y trabas burocráticas para elementos básicos que articulan nuestras leyes». Como indica el título de la muestra, la lucha continúa.